Estreno en EEUU

‘Alcarràs’ arranca en Nueva York la travesía hacia los Oscar

El primer público estadounidense aplaude en el New York Film Festival la película de Carla Simón, que ven como “universal” y “absolutamente hermosa”

La directora de cine española Carla Simón, posa durante el Festival de Cine de Nueva York (EEUU).

La directora de cine española Carla Simón, posa durante el Festival de Cine de Nueva York (EEUU). / EFE/Javier Otazu

Idoya Noain

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Max y Amy son una pareja de jóvenes surcoreanos afincados desde hace 10 años en Nueva York. Cuando estudiaron la programación del New York Film Festival leyeron sobre ‘Alcarràs’. No habían visto ‘Estiu 1993’, la primera película de Carla Simón, pero sí que el segundo largometraje de la catalana se había alzado con el Oso de Oro en Berlín. Fue el factor que les llevó a decidir acercarse este jueves al Lincoln Center. Y no se arrepintieron.

“Es absolutamente hermosa”, decía Amy tras la proyección. “Siento como que sé lo que es estar allí”. “Es una película que todo el mundo puede disfrutar y experimentar”, añadía Max. “La familia, el final de un estilo de vida... Son cosas comunes para todo el mundo, es algo universal”.

La magia de ‘Alcarràs’, la empatía irrefrenable por los Solé, la admiración absoluta por los actores naturales que les dan vida, la universalidad de la historia de esa esquina de Catalunya y del mundo rural sobre la que ha vuelto su delicada mirada Simón, el don de la realizadora para trabajar con niños... Todo volvía a desplegarse en el cine Walter Reade. Y la película superaba su primer encuentro con una audiencia estadounidense con honores, traducidos en un auditorio lleno, aplausos tras la proyección y comentarios elogiosos de los asistentes después de verla y de escuchar a Simón en el coloquio que mantuvo con Eugene Hernández, el director del festival.

Carrera al Oscar

No podía haber mejor arranque para la travesía que la cinta, elegida hace tres semanas para representar a España en los Oscar, tiene por delante para intentar superar la primera criba de la Academia de Hollywood y hacerse un hueco entre las 15 prefinalistas que se anunciarán el 15 de diciembre. Y la propia Simón salía “muy contenta” de la primera proyección en Nueva York.

Aunque había tenido que ausentarse de ese pase para dar de comer a su hijo, de cuatro meses, sí había visto y sabido también por los productores que, a este lado del Atlántico, también la gente ríe y se emociona donde todas las audiencias ríen y se emocionan. Había vivido de nuevo momentos “muy bonitos”, con personas acercándose a decirle que les ha gustado, como el chico de origen japonés que le ha explicado que su película le ha hecho sentir nostalgia y le ha transportado a cosas de su familia. “Siempre es bonito cuando la gente a través de la película viaja y de alguna manera a través de la película consigue conectar con alguna cosa suya”, decía Simón. “Aunque no haya gente que venga de pueblos como allá, aunque no sea la misma geografía, a todo el mundo le resuena por alguna cosa”.

Quedan ahora otra proyección en el festival este viernes en una sala más grande, también con coloquio y otro pase más la semana que viene. Queda, también, esperar las primeras críticas. Y queda, sobre todo, mucha e intensa campaña por delante para buscar ese hueco en los Oscar, un proceso del que ya hablaron los productores María Zamora, de Elástica Films, y Tono Folguera, de Vilaüt Films, en septiembre con EL PERIÓDICO y que este jueves detallaba también Simón en un encuentro con tres periodistas unas horas antes del estreno.

"Magnitud diferente"

La directora solo tenía buenas palabras para la distribuidora con la que ya pasó por este proceso con su opera prima, esa ‘Estiu 1993’ que en los Oscar de 2018 no logró superar la primera criba de la Academia de Hollywood.  Pero también explicaba que todo esta vez, está siendo “distinto”.

MUBI, una firma de prestigio, ha adquirido los derechos para EEUU (y para otros territorios como Canadá, Reino Unido, América Latina y parte de Asia). Se ha fichado a Ryan Werner, un alto ejecutivo de la compañía de asesoría y relaciones públicas Cinetic, el hombre que el año pasado cogió las riendas en Hollywood de ‘Drive my car’, el título que se alzó con la estatuilla a la que aspira ‘Alcarràs’ pero también logró nominaciones a película, guion y dirección). “La magnitud es diferente”, decía Simón, “la escala es más grande. Son gente que empuja las películas distinto, ni mejor ni peor sino distinto”.

Ya el arranque de esa campaña, en una cita como el New York Film Festival, “coloca la película en el mapa con una cosa de calidad muy fuerte”. Está junto a “una cosecha muy interesante de todo el año” y le ha hecho sentirse “súper honrada” de estar junto a otros grandes trabajos del año y con directores que admira como Claire Denis (“para mí es Dios casi y es un referente en cómo retrata a sus personajes, como los trata con mucho amor, con mucha sensualidad, con mucho cariño, algo que siento que aprendí de su cine”).

Pero además hay más intensidad en la agenda de los próximos meses.  “Es un poco hostil, es así; hacer campaña es una cosa compleja y nosotros hacemos cine, no promoción. Y es difícil pero a la vez es tan ilusionante que lo coges con ganas y también es una oportunidad para conocer cómo funcionan las cosas aquí”, decía.

Simón sabe ya, por ejemplo, que tendrá que volver a Nueva York, una ciudad que visitó por primera vez durante una semana o diez días cuando estuvo un año en la Universidad de Santa Barbara, en California, en un intercambio y a la que entonces no pensaba volver como lo ha hecho. “Me continúa sorprendiendo que con el cine y las cosas que me apetecía explicar haya podido llegar tan lejos”, decía.

Lo ha hecho, además, en catalán, algo que ya no es barrera para el público, y los académicos, estadounidenses. “Poco a poco se van abriendo más y era una cosa necesaria”, reflexionaba. “En contexto de festivales, donde la gente que viene son cinéfilos, ya están abiertos a ver películas en otros idiomas y subtituladas. En cualquier caso es bonito que esté pasando esto y lo que pasa muchas veces es que hay gente que descubre que existe el catalán gracias a la película. Esto pasó con ‘Estiu 1993’ y con ‘Alcarràs’ también está pasando y para mí es como un honor ver que la cultura que hacemos sirve para que la gente descubra la lengua catalana”.

La incógnita de los rivales

Lo que aún parece pronto para dilucidar es qué probabilidades reales tiene ‘Alcarràs’ en los Oscar, o qué películas pueden representar la mayor competición. Es lo que decía al menos Werner, de Cinetic, al ser preguntado cuando llegaba al pase en Nueva York. Y es lo que también explicaba Simón que le han dicho sus distribuidores estadounidenses. “Es pronto porque acaban de seleccionar los países todas las películas, se están estrenando ahora, no hay reacciones de la crítica aún... Los de MUBI dicen que es un año muy curioso porque no se han elegido las películas más obvias para cada país y no hay nombres muy grandes como pasa otros años. Les pone un poco nerviosos pero a la vez es como divertido porque puede pasar cualquier cosa”.

Pase lo que pase en esa lucha por la estatuilla, a Simón se le ve radiante. Aseguraba que para ella “ya es una victoria haber llegado hasta aquí”, y que “jamás proyectaba llegar tan lejos”. “Yo no hago cine para ganar un Oscar, hago cine porque tengo la necesidad de explicar mis cosas y es el medio que más me gusta”, decía también. Y hablaba de ir “con mucha prudencia. Intento no imaginarme que pasaría si llegamos, sino que, de momento, vamos paso a paso, poco a poco, siguiendo todo lo que necesitamos para poder llegar tan lejos como podamos. Luego están las expectativas de los otros, que yo no las puedo controlar, y una cosa así genera muchas. Pero es que falta mucho aún. Se ha de ser prudente", insistía..

Su triunfo, además, va ya más allá de lo que decida Hollywood, de si recorre la alfombra roja, o si sube al escenario del Dolby Theater. Max y Amy, los espectadores neoyorquinos surcoreanos, no solo salían maravillados con ‘Alcarràs’. Tras ver el trabajo de Simón y escucharla, sabían que iban a ver algo más: ‘Estiu 1993’.