Elecciones en Catalunya
Agnès Marquès

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Periodista

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No pactarás

O surgen pactos o hay repetición electoral así que votaré al partido que más represente mis ideas, aunque tengan que ser matizadas de acuerdo a la negociación con otro partido

Una persona ejerce su derecho al voto en una urna.

Una persona ejerce su derecho al voto en una urna.

En la radio suenan las noticias electorales, ese espacio en el que deberíamos enterarnos de las intenciones de los partidos que se presentan a las elecciones mientras nos cepillamos los dientes. Sin embargo, pocas propuestas. En todos los fragmentos destacados que suenan de los mítines aparece un líder criticando al dirigente político de otro partido y poco más

El no pactarás es como si fuera un nuevo sagrado mandamiento. Una campaña electoral más los grandes partidos se atizan con el fantasma de los pactos postelectorales. Unos y otros delimitan sus líneas rojas, se tratan de apestados, no pactaré, no pactaremos, no pactarás.

No gobernarás, entonces. 

Lo sostienen aún cuando ninguna encuesta da a ninguno de los principales partidos la posibilidad de gobernar en solitario. Así que solo hay unas pocas opciones, o pactan con los márgenes (¡y qué márgenes!) o intentan un gran acuerdo entre ellos. O se repiten las elecciones en septiembre, claro. Un escenario que algunos ya manejan sin complejos. Y tiro porque me toca.

El pacto como debilidad, esa es la idea nociva que bombean los propios partidos durante la campaña, agrandado la vergüenza posterior de las negociaciones que empiezan la misma noche electoral (si no antes, aunque no formalmente). Quizá para muchos la memoria es corta, pero en otros hace mella esa decepción y en las siguientes elecciones empiezan a votar raro: votar a quien crees que no pactará con. Ahí es donde ganan terreno los márgenes.

Volviendo a las encuestas, o surgen pactos o hay repetición electoral así que como votante no voy a hacer más que votar al partido que más represente mis ideas e intereses con la aspiración de que tenga la fuerza suficiente para conseguir hacer realidad sus propuestas, aunque tengan que ser matizadas de acuerdo a la negociación con otro partido. Esa es la idea de política que deberíamos defender, ese debería ser el primer pacto entre todos: no desprestigiar el pacto, sinó encumbrarlo como la única manera de avanzar y sumar intereses de los ciudadanos. Y no repetir más elecciones.

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