GÁRGOLAS
Josep Maria Fonalleras
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Conozco a Campmajó

Resulta que un juez, García-Castellón, consideró que Campmajó era un terrorista. Y se ha exiliado. Como los demás. Para combatir, más que la acusación, la estulticia y el despropósito.

Josep Campmajó, en Suiza

Josep Campmajó, en Suiza / DdG

Conozco a Josep Campmajó. Hace siglos, tuve tratos profesionales con él y he comprado en una tienda donde despachaba especias, en el mercado de Girona. Conozco a Josep Campmajó. Fui uno de los responsables de que en el 2009 ganara un premio literario, el Just M. Casero, con una novela que se titula “Olor de violetes” y que tiene que ver con sueños y realidades, con miedos y certezas. “Hace tanto tiempo que imagino otras vidas que la mía ha quedado diluida en un olvido indecente”. Es una de las frases del libro. Se presentó con un seudónimo y, cuando fue la hora de abrir la plica, la sorpresa del jurado fue notable. No sabíamos que ese chico que despachaba especias y frutos secos, en el mercado, también escribía. Y lo hacía bien. Conozco a Josep Campmajó porque hemos hablado muy a menudo del bien, del mal y de literatura y de religión y de negocios diversos. Conozco a Josep Campmajó porque he cenado en un restaurante que regentaba hace tiempo, en el casco antiguo. Recuerdo unas berenjenas picantes. "Son picantes", me dijo, "pero si te gusta lo picante son buenísimas". Lo eran. Conozco a Josep Campmajó: nos hemos contado historias íntimas de aquellas que explicas no sabes muy bien por qué y hemos bromeado de las cosas que nos hacían reír e incluso de cosas que no era para nada de risa.

Lo conozco y hace tiempo que no le veo. Hace tiempo que no me cuenta una de sus facecias o uno de sus inventos. Hace tiempo que no coincidimos en actos sociales y culturales y este año, por ejemplo, seguro que no estará en el desayuno de escritores por Sant Jordi.

Resulta que un juez, García-Castellón, consideró que Campmajó era un terrorista. Él y varios compañeros más. Y se ha exiliado. Como los demás. Para combatir, más que la acusación, la estulticia y el despropósito. En resumen. No lo es. No lo son. No me lo hace indica la amistad, ni ninguna ceguera ideológica, sino una convicción en lo que sé y en el sentido común. Conozco a Campmajó. Si él es un terrorista, yo soy acróbata en el Cirque du Soleil y ejecuto complicados arabescos en lo alto de un trapecio.

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