Ágora
Aline Masuda

Aline Masuda

Investigadora y profesora de EADA Business School

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Una transformación imparable

A pesar de la resistencia por parte de algunas empresas y líderes, la evidencia es contundente: el teletrabajo funciona y las empresas pueden obtener grandes beneficios

Entre el amor y el odio: las empresas asimilan el teletrabajo cuatro años después de estallar el covid

Siete de cada 10 empresas no compensan los gastos de teletrabajo a sus empleados

Siete de cada 10 empresas no compensan los gastos de teletrabajo a sus empleados

Siete de cada 10 empresas no compensan los gastos de teletrabajo a sus empleados

El teletrabajo ha sido durante mucho tiempo un concepto prometedor que ha suscitado interés en el ámbito laboral, pero su implementación masiva se ha visto obstaculizada por diversos factores. Sin embargo, la pandemia de covid-19 actuó como un catalizador que ha acelerado este proceso de adopción. Desde entonces, se ha convertido en una tendencia imparable, transformando la manera en que las empresas y los trabajadores conciben el entorno laboral. De hecho, ha dejado de ser una opción marginal para convertirse en una práctica común y, en muchos casos, necesaria. La pandemia forzó a las organizaciones y las obligó a adaptarse a nuevas formas de trabajo, y el teletrabajo emergió como una solución efectiva para mantener la continuidad del negocio mientras se priorizaba la salud y la seguridad de los empleados.

La proliferación del teletrabajo ha generado un ferviente debate público sobre su viabilidad. Algunas empresas han tomado la drástica decisión de reducir o incluso eliminar esta práctica. Un ejemplo emblemático fue el intento de Elon Musk, figura polémica, de abolirlo en X, argumentando que su adopción es moralmente cuestionable al considerarse un privilegio exclusivo de la élite tecnológica, dejando a un lado a otras clases laborales. Incluso empresas pioneras en esta modalidad, como IBM, han seguido esta tendencia de reducción. En una entrevista con Bloomberg en mayo de 2023, el CEO Arvind Krishna mencionó que las oportunidades de ascenso serán más escasas para aquellos empleados que no se presenten físicamente en la oficina.

A pesar de la resistencia por parte de algunas empresas y líderes, la evidencia es contundente: el teletrabajo funciona y las empresas pueden obtener grandes beneficios. Estudios científicos al respecto muestran que ofrece una serie de beneficios, tanto para empleadores como para empleados. Para las empresas, puede reducir los costes operativos, aumentar la productividad y mejorar la retención de talento, al ofrecer una mayor flexibilidad laboral. Para los trabajadores, proporciona la oportunidad de gestionar de manera más efectiva el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, reducir el estrés relacionado con los desplazamientos y aumentar la autonomía en el cumplimiento de tareas.

Es verdad que también plantea desafíos significativos. La desconexión digital, la dificultad para establecer límites entre la vida laboral y personal, y la falta de interacción social pueden afectar la salud mental y el bienestar de los empleados y la colaboración y los momentos de interacción espontáneas que llevan a la creatividad. Además, la brecha digital puede excluir a aquellos que no tienen acceso a la tecnología en condiciones

Sin embargo, el reciente informe de EADA Business School nos sugiere que el teletrabajo llegó para quedarse, aunque es probable que adopte una forma híbrida en la mayoría de las organizaciones. La forma ideal depende mucho del tipo de industria, puesto de trabajo y cultura. La flexibilidad será clave, con algunos empleados optando por trabajar desde casa de forma permanente, mientras que otros pueden elegir un modelo mixto que combine días de teletrabajo con días en la oficina.

A pesar de la gran aceptación del teletrabajo, una tercera parte (34%) de las organizaciones ofrecen una considerable resistencia al respecto, reduciendo o eliminando tal posibilidad y muestra que algunas empresas no están viendo lo que sus colaboradores quieren. Las reticencias de las empresas responden a algunos desafíos, como la gestión del rendimiento a distancia, la promoción de la cohesión del equipo y la garantía de la equidad y la inclusión para todos los empleados. Esto requerirá un enfoque holístico que incorpore políticas claras, capacitación adecuada y una cultura organizativa que fomente la confianza y la colaboración. De hecho, los profesionales consultados en su mayoría (88%) considera satisfactoria la experiencia de teletrabajar e incluso el 57% estaría dispuesto a cambiar de trabajo si su empresa no le permitiera tal posibilidad. En el caso de los más jóvenes -menores de 40 años- el porcentaje supera el 72%.

Nadie pone en duda en la medicina actual la utilidad de los fármacos, donde es esencial dar con la dosis idónea, al igual que ocurre con el teletrabajo donde deberemos buscar la proporción adecuada que permita, por un lado, mejorar el rendimiento de los profesionales y, por otro, la vida de las personas.