Tradiciones

Adiós a las fiestas

A partir de este lunes volverán a retomarse las dietas abandonadas 100 veces con el afán de que nos vuelvan a entrar las faldas y los pantalones, que son los primeros delatores de que nuestro michelín ha vuelto.

El 'caga tió' en las calles de Santa Coloma de Gramenet.

El 'caga tió' en las calles de Santa Coloma de Gramenet. / Ayuntamiento de Santa Coloma

Carles Sans

Carles Sans

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Las fiestas navideñas se han acabado. Se han ido los Reyes Magos, una fiesta que la arrolladora aparición de Papá Noel ha ido desluciendo con el tiempo. Yo no tengo hijos, pero tengo la impresión que ya no se espera la llegada de los Reyes como la esperábamos los de nuestra generación. Antes, todos los regalos se concentraban en esa noche mágica, pero ahora entre Papá Noel, el árbol y el tió, el día de Reyes tiene menos peso que antes. O eso me parece a mí.

Ahora que he nombrado el tió, estos días he podido ver que el tió ha despertado mucho interés entre la colonia extranjera que vive en Catalunya, y lo que es más extraño, entre españoles de fuera de Catalunya que, como si fuera un invento de ayer, han descubierto esa antigua tradición nuestra. ¡Qué mal nos vendemos los catalanes fuera de nuestro territorio! Estos días he visto algunos vídeos y noticias al respecto. En general no me han gustado demasiado porque en casi todos se habla del tió en un tono de cachondeo; quiero decir, si bien es una tradición simple y muy inocente, no deja de ser parte de nuestro acervo tradicional y ver como se ríen de un tronco que caga regalos, pues no es serio. Aunque reconozco que el procedimiento de hacer cagar un tronco da para mucha coña; que un niño dé palos a un tronco para que suelte regalos es, en principio, un poco bestia, pero son tradiciones que provienen del mundo rural y poseen el encanto de ser muy antiguas. En tiempos de Papás Noeles con mucho márketing encima y de Reyes con carrozas llenas de brilli-brilli, un poco de austeridad catalana no va nada mal.

Ahora nos queda soltar el lastre de tanta grasa y tanto azúcar engullido estos días. Los gimnasios volverán a llenarse por unos días de gente con ganas de ser otra persona y sin poder soltar toxinas en las duchas del gimnasio, algo que tiene muy enojado al sector. A partir de este lunes volverán a retomarse las dietas abandonadas 100 veces con el afán de que nos vuelvan a entrar las faldas y los pantalones, que son los primeros delatores de que nuestro michelín ha vuelto.

Les deseo, amig@s lector@s, un saludable y lluvioso 2024.

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