Por qué Catalunya elimina el foam más lesivo

El debate sobre el modelo de orden público en Catalunya ha sido constante y apasionante en los últimos años. Los Mossos d'Esquadra han estado tradicionalmente en el centro del debate democrático sobre qué seguridad pública queremos, lo cual es una señal de buena salud democrática. Tenemos que poder debatir y analizar cómo queremos que sea la policía integral del país, y hacerlo de la mano de los grupos políticos, expertos, entidades y asociaciones y también de los propios responsables policiales.

En 2013, una comisión sobre el modelo policial en el Parlament consiguió forzar la eliminación de las pelotas de goma en Catalunya. Una reivindicación –conviene recordarlo– que nació ideológicamente de la izquierda, y que fue capaz de ocupar la centralidad del debate político hasta conseguir la eliminación por parte del Departament entonces liderado por el conseller Espadaler. Diez años más tarde, una de las conclusiones surgidas de la última comisión sobre el modelo policial del Parlament de Catalunya instaba al Govern a la retirada de los proyectiles de foam de larga distancia, considerados más lesivos dado que se disparan a una distancia de entre 20 y 50 metros.

Atendiendo justamente a este mandato del Parlament, hace pocos días los Mossos iniciaron el proceso de retirada de este modelo de balas de foam. A partir de ahora, la policía del país pasará a utilizar únicamente los proyectiles de corto alcance, pensados para utilizarse a distancias de entre 5 y 25 metros, y por tanto, menos lesivos para las personas que reciben el impacto. La medida, que había sido largamente reivindicada por entidades y asociaciones, entrará en vigor próximamente y permitirá comenzar una nueva página en el modelo de orden público de los Mossos d'Esquadra.

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Esta madurez demostrada por la sociedad catalana, capaz de analizar con serenidad y hacer evolucionar su modelo policial, no se traduce del mismo modo, por ejemplo, en el Estado español. El Gobierno progresista de PSOE y Sumar sigue manteniendo aquello que Catalunya eliminó ya hace 10 años, las pelotas de goma, que han sido cuestionadas en varias ocasiones por las propias instituciones europeas. Sorprende ver dirigentes políticos de estas dos formaciones que en Catalunya reclaman aquello que no se han atrevido a hacer en el Estado, allí donde gobiernan.

¿Por qué en Catalunya se ha eliminado el modelo más lesivo de foam mientras en el Estado mantienen todavía las pelotas de goma? En buena parte, es por la inexistencia histórica de debates a nivel español sobre cuál tiene que ser el modelo policial. Aquello que se ha hecho en más de un ocasión en Catalunya, no se ha producido nunca en el Estado español. Esto se debe a múltiples razones, pero la principal es la debilidad ideológica de la izquierda española ante una derecha furibundamente contraria a un debate sereno y constructivo sobre cómo tiene que ser la policía de su país. Esta incapacidad ha impedido, a la vez, abordar cuestiones urgentes como la eliminación de las pelotas de goma o la derogación de la Ley Mordaza –una ley que los dos partidos de Gobierno se comprometieron a derogar hace cuatro años-. En síntesis, la incapacidad de PSOE y Sumar para hacer avances desde la izquierda en seguridad se debe, justamente, a su poca firmeza ideológica para librar la batalla ante los poderes reaccionarios.

Catalunya, mientras tanto, sigue haciendo pasos adelante. Lo hará con la eliminación del foam de largo alcance después de un debate de casi un año en el Parlament de Catalunya donde se ha escuchado la voz de todo el mundo. Es evidente que la Policía de la Generalitat-Mossos d'Esquadra tiene que tener un sistema de orden público; lo tiene, y es eficaz. Y, a la vez, es responsabilidad nuestra ser capaces de hacer evolucionar las actuaciones policiales para garantizar los derechos de todo el mundo.