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¿Dios es peronista?

El emergente populismo reaccionario de Milei ha tenido un inesperado fracaso en la primera vuelta de las presidenciales argentinas

Elecciones en Argentina: ¿Por qué ha ganado Massa? ¿Qué puede pasar en la segunda vuelta? 5 claves

El peronista Sergio Massa da la sorpresa en Argentina y se disputará la presidencia con el ultra Javier Milei

La Bolsa de Argentina se desploma un 10% tras el inesperado resultado de las elecciones presidenciales

La Bolsa de Argentina se desploma un 10% tras el inesperado resultado de las elecciones presidenciales / EFE

Joan Tapia

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Desde la caída de Raúl Alfonsín en los 80, los sucesivos gobiernos –peronistas o de derecha– no han logrado sacar a Argentina (fue un gran país) de la decadencia y la inestabilidad. Ahora la crisis es tan fuerte como en 2001, la inflación está en el 130% (si 130%) y el dólar cae ante un peso en que cada día menos gente cree.

Era el momento ideal para el populismo protestatario de Javier Milei, para más señas ultraliberal y ultrarreaccionario, frente al peronismo desprestigiado y una derecha que decepcionó. Lo proclamaba Milei, que recuerda a Trump (también triunfó en TV y no oculta su admiración por Bolsonaro), con la canción "la casta (los que mandan) tienen miedo". Y así ganó las peculiares primarias argentinas de hace unos meses. Y afirmaba que ya saldría elegido en la primera vuelta.

Pues no. Sergio Massa, el ministro de Economía del 130% y candidato de un peronismo decadente (pero que se ha desmarcado del kirchnerismo) ha ganado con el 37% de los votos frente al 30% de Milei y con Patricia Bullrich, la candidata de la derecha y exministra de Macri, con un 24%. Frente a la prometida motosierra contra el gasto público de Milei, se ha impuesto el mantener las ayudas, la educación y la sanidad de Massa. Aunque parezca poco posible. A la hora de la verdad, las promesas libertarias de Milei han dado más miedo que el peronismo pragmático de Massa, pese a que su gestión le avala poco.  

Massa, también con más diputados pero sin mayoría parlamentaria, propone ahora un Gobierno de unión nacional para atraer voto centrista y moderado. Y Milei llama a la derecha para liquidar por fin al peronismo: corrupto y socialista. 

¿Qué pasará en noviembre, la segunda vuelta? Todo es posible, pero Milei lo tiene peor de lo esperado. Y analistas lúcidos creen que la batalla está entre el peronismo, siempre populista, de centroizquierda, y otro populismo muy irritado de ultraderecha que demoniza incluso al papa Francisco.

Y en Argentina muchos creen aquello de que "Dios es peronista".

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