ASUNTOS PROPIOS

Carlos Bardem, actor y escritor: "Lo de Gaza es maldad pura y dura"

El hermano mayor de Javier Bardem publica 'Badaq', una fábula ecologista que dedica a sus sobrinos Leo y Luna

Los Bardem, contra los "malvados e ignorantes" del negacionismo climático

Carlos Bardem

Carlos Bardem / Ricard Cugat

Núria Navarro

Núria Navarro

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Nieto de Matilde Muñoz Sampedro, primogénito de Pilar Bardem, hermano de Javier Bardem. La suya es una genética de artisteo, izquierda y opinión libre. Carlos Bardem (Madrid, 1963) se paga las facturas como actor –en cartel, El elegido (Netfilx)–, y se permite escribir lo que le viene en gana, mayormente sobre 'monstruos' pasados y presentes. Su último título, 'Badaq' (Plaza & Janés), es una fábula ecologista a la vez que un alegato contra las glorias imperiales.

Escribe "para entender", entre otras cosas el mal. ¿Existe en estado puro?

Lo de Gaza es maldad pura y dura. Es 'apartheid'. Es genocidio. Y se sostiene sobre la tibieza de Europa, el apoyo directo de Estados Unidos, el silencio de determinados países árabes. No se puede dar una atrocidad sin la participación cómplice de millones de personas normales. Gaza pone en evidencia los dobles discursos desde el poder, la solidaridad selectiva. De eso también habla mi novela.

Es una fábula ecológica, pero se va usted al siglo XVI.

Lo de hoy es la decantación de algo que ha recorrido la historia de Occidente: la consagración, desde lo religioso y lo filosófico, de la superioridad del hombre sobre todo lo que lo rodea. Eso ha legitimado colonizar, explotar, depredar, esclavizar. Y cuando tú llegas a conquistar algo, ya sea buscando especias, oro o espacio vital, sabes que encima vive alguien. Y la socialización a gran escala del saqueo da lugar a la socialización del genocidio.

"¿Qué consiguen con el 'España se rompe'? Que mucha gente se preocupe por eso y les desmonten servicios públicos"

A menudo hay coartadas.

Vienen luego. En España, por ejemplo, hay un revisionismo histórico dedicado a alimentar las pulsiones nacionalistas de la derecha. ¿Qué consiguen con el "España se rompe" y las banderas más grandes? Que mucha gente se preocupe por eso y les desmonten la sanidad pública.

Lo curioso es que, para denunciar, utilice la voz de un rinoceronte hembra.

Mi 'rinoceronta' siente estupor ante: 1/ la facilidad del ser humano para matar a sus semejantes a gran escala y por cosas tan abstractas como las ideas o las religiones, y 2/ que haya muchos 'monos sin pelo' –como ella llama a los humanos– consagrados a defender y aumentar la riqueza de uno solo. Es el estupor que yo siento, por ejemplo, ante el obrero de derechas, ante los que piensan que sus intereses fiscales son los mismos que los de Amancio Ortega.

Alimentando la leyenda roja... ¿Le abroncan mucho?

Alguna que otra vez. Vivo en el corazón del ayusismo. Mucho antes del 23J conté mi teoría a mis amigos: de la derecha y de la extrema derecha nos van a salvar las mujeres, los vascos y los catalanes. Y así fue.

"Siento estupor ante el obrero de derechas"

La ideología no está prestigiada.

En esta perversión torticera del lenguaje, en el que la palabra libertad es que se carguen la sanidad pública pero que te puedas tomar una cañita en mitad de una pandemia, también se ha desprestigiado la palabra ideología, cuando la forma de consumir, pensar o leer es ideología. Es la visión que tienes del mundo. Y si es una visión que da lugar a sembrar preguntas, mucho mejor.

¿Diría que hay demasiado silencio?

El pan está muy caro. La mayoría de las veces el intelectual vive de las prebendas del sistema, de charlas, pregones y columnitas en una era en la que el periodismo ha cedido su lugar a la opinión. A mí lo que me da libertad es que no vivo de esto. Es el actor, que trabaja mucho fuera, el que me paga las facturas.

"He sido un desastre, me he 'metido' de todo, he necesitado terapia. Pero he hecho las paces conmigo mismo"

¿Qué tipo de persona es?

Una que hizo las paces consigo mismo. He sido un desastre con patas toda mi vida, me he bebido el mundo, he necesitado terapia. He tenido que aprender a aceptarme.

¿Opacado por una madre y un hermano demasiado destellantes?

¡Siempre lo he vivido como un privilegio! Como actor, tengo la suerte de tener a un maestro en casa, que además es mi mejor amigo. Y mi madre lo es todo. Y digo "es" porque está a mi lado. Ha sido la piedra angular de mi conformación como individuo. Ella nos enseñó a amarnos muy profundamente.

"Soy de los que piensa que el pesimismo es reaccionario"

Bueno, le dedica el libro a sus sobrinos, Leo y Luna.

Les pido perdón por el futuro que les estamos dejando, y les digo que estoy seguro de que ellos lo harán mejor. Tengo ecoesperanza. Soy de los que piensa que el pesimismo es reaccionario, que el optimismo es revolucionario. ¿De dónde se puede sacar? Trotski dijo una frase maravillosa: "Todas las revoluciones son posibles hasta que son inevitables". Me niego a pensar que somos tan estúpidos de aplaudir la propia destrucción.

Pues ya ve.

¡Hay que militar en el optimismo! A mí lo que me da miedo es la estupidez entendida como ignorancia arrogante: el que se enorgullece de no haber leído un libro, de no ver cine español, de no participar en la política porque "todos los políticos son iguales".

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