La hoguera

Más falso que Vox defendiendo la libertad

¿Hasta qué punto esos votantes habrán abandonado a un partido que, en realidad, tiene y ha tenido siempre el germen censor dentro?

Abascal: el PP debe dejar de cambiar personas, no se trata de Casado, Feijóo o Ayuso

Abascal: el PP debe dejar de cambiar personas, no se trata de Casado, Feijóo o Ayuso / Mariscal

Juan Soto Ivars

Juan Soto Ivars

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Los votantes de Vox, como los de cualquier otro partido, votarán por razones diferentes. Los habrá ultraconservadores, los habrá libertarios de cero impuestos, los habrá creyentes y los habrá iconoclastas, los habrá troles y castigadores. Vox, como Podemos, surgió del descontento en 2014 y ofrece maneras de desahogarlo. Se distingue del resto de partidos a conciencia aunque apoya al que tiene más cerca. 

Entiendo que a Vox, que ha hecho del discurso de la incorrección política una de sus señas de identidad y ha instrumentalizado la denuncia contra la censura progre de forma hipócrita, le votaría también gente que está por la libertad de expresión y que se ha creído ese cuento propagandístico, falso como el de Ron de Santis. ¿Hasta qué punto esos votantes habrán abandonado a un partido que, en realidad, tiene y ha tenido siempre el germen censor dentro? ¿Se han caído del guindo los que votaron a un paraguas político para lobistas de la persecución a la libertad como Hazte Oír al ver lo que hacían los concejales gañanes en cuanto tocaban poder en los ayuntamientos?

Durante la campaña pasó algo y me pregunto hasta qué punto afectó a los resultados de un partido que ha hecho de los youtubers su órgano de difusión de propaganda favorito. Fue esto: una directiva de Orange dijo que votaba a Vox y la izquierda canceladora hizo campaña en las redes para que la compañía la despidiera. Vox no tardó un segundo en hablarnos de la libertad de opinión de los trabajadores, pero hete aquí que Anaïs Pérez, directora de comunicación de Google, aplaudió casi al mismo tiempo en su cuenta de Twitter la réplica en el debate que Oskar Matute (Bildu) le hizo a Espinosa de los Monteros (Vox). Pues bien, el “partido de la libertad de expresión y de conciencia” utilizó su cuenta oficial y una carta, hecha pública a toda prisa, para exigir a Google el despido de Pérez o cuanto menos su linchamiento. Cosa a la que, naturalmente, los capillitas del partido en las redes se lanzaron gozosos.

Youtubers digamos “de derechas” pero absolutamente independientes y críticos como Un Tío Blanco Hetero o Juan Ramón Rallo saltaron al cuello de Vox, denunciando su vergonzosa hipocresía, con una ferocidad y honestidad que ya me hubiera gustado ver en figuras afines al PSOE cuando Sánchez rompió sus promesas. ¿Qué efecto tendría todo esto en el voto? Nunca lo sabremos, pero espero que fuera grande.

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