Caída y abandono de Enric Mas, cruel arranque

Cuando a falta de 26 kilómetros para la meta en el brillante arranque del Tour en Bilbao la retransmisión televisiva se ha detenido en la caída de un ciclista de Movistar y otro de EF, la mente me ha trasladado a Dusseldorf el mismo día 1 de julio de hace 6 años. No podía estar pasando lo mismo. Enric Mas era Alejandro Valverde. 

El ciclismo es, a veces, así de cruel e injusto, y una caída manda al traste todo el trabajo de 7 meses, deja a un equipo tocado anímicamente, sin poder soñar con un podio en la clasificación general y obliga a cambiar radicalmente la estrategia para la gran carrera del año al tener que abandonar su líder.

Una lástima para el único equipo español de los 22 que han iniciado "la Grand Boucle", tan cerca de Pamplona, sede del equipo que vivió otros episodios duros en otros arranques de carrera, como otro 1 de julio en 1989, cuando Pedro Delgado llegó tarde a la salida de la crono en Luxemburgo. 

Superar las adversidades

La noticia inquietó aquella tarde a los asistentes a la boda de Juan Carlos Unzué en Pamplona, hermano de Eusebio, quien seguía la etapa desde la celebración por la radio. Una anécdota que recuerda la familia Unzué y a la que por desgracia sumarán la de la caída de Enric Mas este sábado también 1 de julio mientras se celebraba, curiosamente, la boda de uno de los hijos de Juan Carlos, Jesús, también con el tío Eusebio presente.

Si algo sabe esa familia es encajar adversidades y ser un ejemplo de superación. Y así se tendrá que levantar el equipo Movistar en los 20 días que vienen por delante, que esto al fin y al cabo es deporte. Las verdaderas tragedias son otras y nos acechan cada día.

Coincidiendo con la fiesta de la salida del Tour en el País Vasco, dos accidentes fatales han golpeado a la familia ciclista destrozando con crudeza a dos familias. La de Javier Gómez, ciclista de 20 años fallecido en Teruel al chocar fatalmente contra el coche que conducían sus padres, un chaval cuya sonrisa y alegría no olvidarán quienes le conocieron. Y la de Luis Zubieta, de 57 años, alcalde de Zuera arrollado por una furgoneta mientras circulaba en su bici. Vaya desde aquí mi abrazo fuerte y todo el ánimo hacia esas dos familias y tantas otras en circunstancias parecidas.

Suscríbete para seguir leyendo