El sector de la salud en la adenda al Plan de Recuperación

Avanza el Plan y con él van nuestras expectativas, atentas a cuantos pasos se vayan dando para hacer de esta nueva oportunidad la mejor aliada para solucionar las ineficiencias que se venían detectando desde hace años en el ecosistema de la salud.

Mayor inversión pública en sanidad, en relación a nuestro PIB, por supuesto, pero antes es necesario el fijar su necesidad, destino, evaluación e impacto, al igual que las preceptivas condiciones, éticas, legales y de ciberseguridad. En la economía de los datos en la que estamos inmersos no podemos ser ajenos al interés que suscita el sector de la salud y a nuevos agentes no tradicionales; y velar por la protección de los datos de los pacientes. 

Las nuevas tecnologías son nuestras aliadas, no vienen a sustituir a nadie, pero sí a obligarnos a optimizar nuestros recursos limitados, y adquiriendo competencias digitales mientras avanzamos, incorporar nuevos procesos y soluciones para prestar en cada momento la mejor atención sanitaria posible.

El Consejo de Ministros del pasado 6 de junio de 2023 ha aprobado la adenda al Plan de Recuperación español. Echamos en falta una apuesta más decidida en el sector de la salud, habida cuenta de dónde venimos (crisis pandémica), y hacia dónde vamos (cobertura de una población cada vez más envejecida).

Colaboración público-privada

En el Perte de Salud de Vanguardia se ha de poner foco en el componente de I+D+i; en la capacidad para involucrar a la industria farmacéutica, de tecnología sanitaria y biotecnológica y en el desarrollo de esquemas de colaboración entre agentes; buscando la colaboración público-privada, que ha de conjugar conocimiento, experiencia e innovación, entre los prestadores y proveedores sanitarios.

Los Pertes se espera sean iniciativas de gran alcance cuantitativo y cualitativo. Por ejemplo, para hacer frente a la llegada de las nuevas tecnologías, con su máximo exponente en la inteligencia artificial, buscando el mejor aliado para hacer sostenible la atención sanitaria. 

El Perte de Salud comprende un ámbito con elevado potencial económico y social, y de resultados en la salud individual y colectiva, que nos permitirá afrontar los retos de futuro. Este Perte ha contado con una transferencia del Plan inicial de 810 millones de euros y, en la adenda con una transferencia adicional de 500 millones de euros, y 330 millones de euros a través de préstamos; un total de 1.640 millones de euros.

Aunque es un importe significativo resulta insuficiente, pero de momento es imposible establecer una valoración objetiva, ya que tan importante, o más, si se nos permite, es saber a qué van destinados estos fondos.

Venimos de un sistema sanitario en el que el porcentaje de ineficiencia oscila entre un 20 y un 40 cuando nos referimos a procesos, tecnología y recursos. Si posicionamos los fondos en el sistema sin ser más exigentes en cuanto a su destino y la mayor transparencia y evaluación de lo público, estaremos lejos de los objetivos adecuados para producir los cambios necesarios.

Entre todos, pero especialmente el Gobierno de España, hemos de velar por la eficacia en el uso de estos fondos. Necesitamos promover mecanismos que permitan a todas las partes prepararse para participar activamente en las convocatorias en curso y en las futuras. Las acciones de difusión de información sobre los fondos, los casos de éxito y otra información práctica, involucrando a distintos agentes socioeconómicos del ecosistema son fundamentales.

Nos debemos hacer continuamente la pregunta ¿estamos aprovechando esta oportunidad única e irrepetible?, en la respuesta sincera encontraremos lo que buscamos.