Un Primero de Mayo con mucho por hacer

El próximo lunes, miles de personas en todo el Estado y en seis ciudades catalanas saldremos a la calle para festejar y reivindicar el Primero de Mayo, Día Internacional del Trabajo. Este año, los sindicatos mayoritarios nos presentamos con un balance positivo, un paquete de reformas en el mundo del trabajo que hemos podido pactar con los gobiernos del Estado y de la Generalitat. Desde la reforma laboral y de las pensiones, el SMI y los planes de igualdad, hasta un paquete de recursos en los presupuestos de la Generalitat, el incremento del 8% del IRSC, el segundo Pacte Nacional per la Indústria o el compromiso por un turismo responsable, son reformas que cambian la vida de millones de personas y que conforman la semilla de un nuevo contrato social para este siglo XXI.

Pero las organizaciones sindicales tenemos muy claro que queda todavía mucho por hacer. La desigualdad de rentas se agrava con la acumulación indecente de beneficios empresariales; mientras se reparten los dividendos, se sigue bloqueando la negociación de los convenios colectivos y se devalúan así los salarios de la clase trabajadora. El Primero de Mayo es una declaración solemne de los sindicatos mayoritarios para llamar a los trabajadores y trabajadoras a la movilización, si los empresarios y empresarias no dan respuesta a los convenios con incrementos salariales que garanticen a trabajadores y trabajadoras que ganarán poder adquisitivo y podrán afrontar el ciclo inflacionario que afecta a millones de personas.

Es irresponsable e indecente que las patronales españolas y catalanas tengan bloqueados AENC y AIC, los acuerdos que orientan miles de convenios y a sus negociadores, y que eviten una etapa de conflictividad laboral en un momento en que las reformas promovidas por los fondos europeos y la respuesta a las incertidumbres de una crisis bélica en Europa determinan el futuro de miles de empresas y millones de puestos de trabajo. Hacemos un llamamiento a la responsabilidad empresarial con su país, ese país que en la pandemia destinó miles de millones de euros para salvar el tejido empresarial y el patrimonio de miles de empresarios y empresarias. Sí, salvamos el patrimonio empresarial con los recursos de todos. Y ahora quieren vaciar el mismo país con una reforma de descapitalización fiscal, porque los que más tienen y ganan, el empresariado, no contribuyen suficientemente.

También reivindicamos la reconstrucción de los pilares del Estado de bienestar social: la educación, la salud, los servicios sociales y la dependencia. Desde CCOO de Catalunya hemos impulsado una ILP para garantizar un 6% del PIB catalán en inversión en educación, que homologue a Catalunya con la media europea. Y trabajamos para hacer efectivos los acuerdos en los presupuestos para que la atención primaria tenga el 25% del presupuesto de salud, que debe aspirar a tener el 7,5% del PIB catalán. Y hacemos una propuesta por un sistema integral de gestión de los servicios sociales y la dependencia que resuelva el modelo de financiación suficiente, un marco homogéneo de condiciones laborales y salariales digna y una cartera de servicios actualizada, para garantizar la inclusión social de los más de dos millones de catalanes y catalanas que viven bajo el umbral de la pobreza.

Pacto por los jóvenes

Este Primero de Mayo y su marco de reivindicaciones se enmarcan en un ciclo electoral que comienza el próximo 28 de mayo, en las elecciones municipales y autonómicas de otros territorios. El sindicalismo confederal y mayoritario es un actor primordial en el tablero electoral; millones de trabajadores y trabajadoras a quienes representamos y organizamos son la mayoría social que irá a las urnas. En este proceso, con nuestras reivindicaciones hacemos un llamamiento a la participación ciudadana en las próximas elecciones para votar opciones políticas que garanticen un ciclo de reformas progresistas del nivel que hemos pactado en el diálogo social los sindicatos, y que se necesitan para acabar de conformar un nuevo contrato social que acabe con la pobreza laboral y social, garantice el trabajo digno, consolide los pilares del Estado de bienestar social y la igualdad y el respeto al planeta con una lucha incansable contra el cambio climático.

Este Primero de Mayo, la denuncia contra el fascismo y las discriminaciones de todo tipo expresa el rechazo contundente de la clase trabajadora. Este Primero de Mayo exige, en cambio, la paz. Es un Primero de Mayo que mira con los ojos de los jóvenes y hacia los jóvenes y las jóvenes, en el que trabajamos para hacer posible un pacto por los jóvenes, por su emancipación temprana, con vivienda asequible, trabajo estable, salarios dignos, acceso a la formación y la cultura y mejora de los sistemas de vigilancia y tratamiento de la salud mental para todos. Un Primero de Mayo de los y las jóvenes del país.