'Diada' con optimismo

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Un Sant Jordi pletórico

La tendencia de ampliar la fiesta del libro y la rosa a los días previos se ha consolidado este año, con éxito, al coincidir en domingo

Ambiente de Sant Jordi en la plaza de Catalunya de Barcelona

Ambiente de Sant Jordi en la plaza de Catalunya de Barcelona / JORDI OTIX

Los días previos a la ‘diada’ de Sant Jordi se han saldado con un optimismo fundamentado entre el sector, puesto que las primeras noticias apuntan a un aumento de las ventas en relación al año anterior, que ya fue de récord. Esta tendencia, la de convertir el día del libro y la rosa en una semana de actividades en torno a las librerías, se ha ido incrementando con el tiempo y en este 2023 ha llegado a su culminación. El hecho de coincidir en domingo, una circunstancia que otras veces generaba dudas entre los implicados, no ha hecho sino solidificar la sensación de que Sant Jordi se expande a los días anteriores, en unas vigilias que no solo funcionan como barómetro comercial, sino que ayudan a conformar un ambiente festivo y cultural, los dos grandes pilares de una celebración única y singular.

Pero el día de Sant Jordi es este domingo. Empezó este sábado, oficialmente, con la lectura del pregón a cargo de la escritora Gemma Ruiz, reciente ganadora del Premi Sant Jordi, con un alegato a favor de la lectura y una reivindicación feminista que es núcleo de su obra literaria. Y se celebrará en toda Catalunya con una previsión meteorológica más amable que la de hace un año y con las esperanzas puestas en una jornada que se prevé como la más multitudinaria y participativa, con récords en cuanto a cantidad de libros publicados y número de estands y de autores que firmarán sus novedades. 

En 2020, la pandemia hizo estragos y se tuvieron que improvisar soluciones imaginativas para que no decayera la conmemoración. En 2021, la recuperación de la calle como entorno esencial de la festividad se tuvo que estructurar bajo severas medidas sanitarias. Fue en 2022 cuando la implantación efectiva y sin restricciones de la llamada ‘superilla’ literaria se vislumbró en Barcelona como una solución eficaz no solo como una alternativa que, en un principio, atendía a razones de salubridad, sino también como entorno amable que permitía aminorar las aglomeraciones. Este 2023, la ‘superilla’ se expande. Pasará a tener 154.000 metros cuadrados, un 10% más que hace un año, y no solo se extenderá desde la Diagonal hasta la Gran Via (con el epicentro en el paseo de Gràcia, ampliándose entre Pau Claris y Balmes), sino que llegará desde Gran de Gràcia hasta Colón, con la reincorporación de la Rambla como escenario librero, una referencia explícita a la tradición de la ‘diada’. 

En otras localidades de Catalunya o bien se han mantenido los espacios habituales en el centro o bien se ha optado, fruto también de la pandemia, por trasladar los estands a lugares de configuración más amplia, pero en todas ellas se percibe una eclosión que, en el caso de la capital, se traduce en cerca de 300 estands y un centenar de puntos de venta de rosas en el centro, sin olvidar la gran variedad de propuestas en los barrios, no solo centradas en el libro, sino también en otras actividades lúdicas. 

El sector celebra hoy un día pletórico, pero no deben obviarse datos como el del Pla Nacional del Llibre i la Lectura, con un 31% de la población mayor de 14 años que nunca lee un libro, o como el del INE, que certifica la caída del gasto en ocio y cultura en torno a una media de 1.000 euros en relación a los 2.200 que se invirtieron en 2008. Cifras que deben hacernos reflexionar. Este domingo, sin embargo, es una fiesta de la civilidad, una reivindicación de la cultura como motor económico y social. Así se vivirá, un año más, en todo el país.