Limón & Vinagre

Paco de Lucía: todos entre dos aguas

Tras 16 años de litigio, su hija ha conseguido que la justicia le dé la razón. No por el dinero que la sentencia obliga a restituir a los herederos, sino por el honor del padre cuyo legado no podía aparecer falsamente compartido

Paco de Lucía

Paco de Lucía / DdG

Josep Cuní

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Sabemos, por tradición y lamento, que el agua es un bien natural pero escaso. Conocemos, por libros e historia, que su falta ha provocado guerras y su necesidad hambrunas. Hemos visto de cerca enfrentamientos familiares por el reparto desigual de tierras heredadas según su acceso a las fuentes de la vida. Tenemos conciencia de qué representa la sequía, porque este es país proclive. Tanto, que su vigencia ha instado a plegarias, convocado procesiones y llevado a un 'conseller' agnóstico a postrarse a los pies de una virgen. Todo vale y todo cuenta para conseguir que la lluvia no pase de largo y se aparte la pesadilla de abrir el grifo y esperar inútilmente el fluido de la salvación.

Ignoramos con excesiva ligereza el proceso que facilita la llegada del agua a nuestra cotidianidad. Planteamos contenciosos entre lo público y lo privado cuando es la suma de ambos sectores la que permite desde hace décadas la mejor canalización, reutilización y fácil acceso a la base de la existencia. La permanente investigación y aplicación de su conocimiento son los méritos adquiridos y exigidos a quien administra un bien general pero con la eficiencia de la mirada particular. Lo constató el 'president' Aragonès hace unos días. Esta parte obviada de la ecuación es la que queda en evidencia cuando trasciende que Catalunya pierde una cuarta parte de su agua potable a causa de las fugas. De haberse evitado, doblaría las mermadas reservas actuales. Ante tal sonrojo, las administraciones miran hacia otro lado pero mantienen impuestos y tasas en el recibo que doblan el importe inicial del producto, mientras la política distrae con su instrumentalización habitual. 

La semana nos deja la bronca sesión parlamentaria andaluza. Doñana en el epicentro. Acuíferos sobrexplotados por regadíos ilegales que los socialistas no se atrevieron a regular. Esto no significa que hacerlo como lo han planteado PP y Vox sea la manera adecuada, según los expertos. Pero el debate es sensible y acaba en cruces de acusaciones sobre las supuestas mentiras esgrimidas. Mismo efecto utilizado por el Govern valenciano para llevar a los tribunales al Ejecutivo español por el recorte de los aportes al trasvase Tajo-Segura, ante el temor a sus efectos sobre la huerta peninsular más fecunda. Y qué decir de la frustrante cumbre convocada por la Generalitat en plena crisis de sequía y a las puertas de las elecciones municipales, a sabiendas de que nadie quiere correr más riesgos de los imprescindibles. La política siempre moviéndose entre dos aguas.

Así tituló su gran éxito Paco de Lucía (Algeciras, 21 de diciembre de 1947/Playa del Carmen, México, 25 de febrero de 2014). Un triunfo de rebote fruto de la improvisación en el estudio por la falta de una pieza que completara el disco 'Fuente y Caudal'. El productor, José Torregrosa, le sugirió que se inspirara en dos temas populares de principios de los setenta. Y la canción quedó firmada por un dúo artístico que creativamente nunca existió. Y como esta, 36 composiciones más. 

Tras 16 años de litigio, su hija Lucía ha conseguido que la justicia le dé la razón. No por el dinero que la sentencia obliga a restituir a los herederos, todavía por auditar, sino por el honor del padre cuyo legado no podía aparecer falsamente compartido. Un vaso de agua clara en medio de tan turbia necesidad. 

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