Reforma de las pensiones

Ellas dan el golpe

El nuevo sistema de pensiones, impulsado por el Gobierno, asesta el golpe definitivo a la brecha de género

Una pareja de jubilados.

Una pareja de jubilados. / FEED

Mercè Perea

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Como en la película protagonizada por Geena Davis y Tom Hanks, la reforma de las pensiones del Gobierno da el golpe definitivo a la brecha de género.

Sostenibilidad, suficiencia, equidad y solidaridad intergeneracional, estos son los principios que vertebran la reciente reforma del sistema de pensiones.

Mayores ingresos para asegurar pensiones suficientes de presente y de futuro. Pensiones equitativas que atiendan las situaciones de inequidad que se producen a lo largo de la carrera de cotización.

Una reforma que pivota en el acuerdo político alcanzado en el Pacto de Toledo, que es fruto del diálogo social y que también cuenta con el aval de la Comisión Europea. Pues el consenso en reformas estructurales es garantía de estabilidad y perdurabilidad en el tiempo y se traduce en credibilidad y confianza.

Una reforma que refuerza la cohesión intergeneracional y que beneficia a los más de 47 millones de españoles, pero fundamentalmente a las mujeres, los y las jóvenes y las personas pensionistas con bajas pensiones

Hablemos de las mujeres, de la brecha de género en las pensiones. El sistema de Seguridad Social se configuró en base a una estructura laboral patriarcal que delega en la mujer el trabajo de cuidado no remunerado. Es más, el patrón de que el varón sea quien sustenta económicamente a la familia, relega a la mujer al desarrollo de un trabajo a tiempo parcial o directamente la expulsa del mercado laboral. 

De hecho, la maternidad incide decisivamente en la trayectoria laboral de la mujer. Cuanto mayor es el número de hijos menor es el número de años cotizados. 

Situada en un peor poder de negociación en el mercado de trabajo y afectada por una segregación vertical y horizontal, se ve abocada a más precariedad y peores salarios, circunstancias que determinan una brecha de género en pensiones que, en el Régimen General y atendiendo a la pensión media de jubilación, podría cifrarse en alrededor de un 30%. 

De ahí la importancia de los incrementos habidos en el salario mínimo interprofesional que ha supuesto una reducción de la brecha salarial y, por tanto, en la de pensiones.

La reforma modifica el período de cálculo de la pensión de jubilación, que permite eliminar los dos peores años de la carrera de cotización; contempla el nuevo tratamiento de las lagunas de cotización, donde se da un tratamiento específico a la integración de períodos sin obligación de cotizar; e incrementa el complemento para la reducción de la brecha de género. Todo ello, refuerza la carrera de cotización de las mujeres. 

La equiparación a efectos de cotización del trabajo a tiempo parcial a la jornada completa también contribuye a este refuerzo, ya que son las mujeres quienes tienen el récord de contratos a tiempo parcial. 

Al mismo tiempo, el incremento progresivo de las pensiones mínimas, que no podrá ser inferior al 60% de la renta mediana de un hogar de dos adultos, tiene el claro objetivo de corregir la pobreza, que mayoritariamente afecta a las mujeres.  

Además, a efectos de garantizar la efectividad de estas medidas para reducir la brecha de género en pensiones, el Gobierno deberá realizar una evaluación cada cinco años.

Esta reforma tiene, pues, rostro de mujer siendo uno de sus objetivos primordiales avanzar en la eliminación de la discriminación por razón de género. 

Los socialistas no estamos locos y sabemos lo que queremos. 

Esta reforma tampoco se olvida de las personas jóvenes, protagonistas del sistema de pensiones. Hoy saben que van a cobrar pensiones suficientes, puesto que se da respuesta a su entrada tardía en el mercado de trabajo y a sus carreras laborales irregulares. 

Los agoreros de turno han centrado sus críticas sobre bulos y mentiras. Ha tenido que ser el comisario europeo, Paolo Gentiloni, quien llame la atención al líder de la oposición, el señor Feijóo, por la actitud corrosiva del Partido Popular contra el Gobierno y, especialmente, contra esta reforma de las pensiones.