Apunte
La Autoridad Fiscal no se lo cree
La Airef ve un agujero de 13.300 millones en la reforma de las pensiones que Escrivá lleva esta semana al Congreso. Pero eso ahora da un poco igual
DAMBin (17) / EFE/J.P. Gandul
Por qué confiar en El Periódico Rosa María Sánchez
Redactora jefe
Premio Carlos Humanes de Periodismo Económico 2020. Máster Universitario en Investigación en Periodismo por la Universidad Complutense, en 2023. Profesora en el Título de Postgrado Especialista en Información Económica de la Universidad Nebrija. Colaboradora en RNE.
El real decreto ley de reforma de las pensiones que esta semana llega al Congreso de los Diputados es la llave que el Gobierno estaba esperando para poder solicitar a Bruselas el cuarto pago de los fondos europeos Next Generation EU. Pero para el desbloqueo de este nuevo tramo de 10.000 millones no solo basta la aprobación del real decreto ley.
Además, el Gobierno debe presentar ante la Comisión Europea un informe con cálculos exhaustivos que avalen que todas las reformas acometidas desde diciembre de 2021 hasta marzo de 2023 garantizan que las cuentas de las pensiones son sostenibles. El Gobierno debe convencer a Bruselas de que la subida de cotizaciones sociales que incorpora la reforma y el llamado ‘recargo de solidaridad’ (por el que los salarios más altos también quedarán gravados en su totalidad) lograrán aportar al sistema los ingresos necesarios para financiar la decisión de revalorizar las pensiones con el IPC y de desmontar los recortes que había dispuesto el Gobierno del PP de Mariano Rajoy para afrontar la jubilación de la generación del ‘baby boom’.
De momento, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) –a quien el propio decreto ha erigido en juez de las cuentas del sistema- no se cree que la reforma sea sostenible. Según la Autoridad Fiscal, la reforma incorpora un agujero a medio plazo equivalente a un punto de PIB (unos 13.300 millones en dinero de hoy). Que quien va a ejercer de juez haya inclinado su dedo pulgar hacia abajo, como hacían los emperadores en el circo romano, no es una buena noticia sobre la credibilidad del equilibrio de la reforma que pregona el ministro Escrivá. Sin embargo, puede que la Comisión Europea ni se inmute. ¿Por qué? Porque Bruselas ya se ha asegurado de que la reforma incluya un mecanismo automático de ajuste en caso de desviación. Saber que en 2025 –y a partir de ahí, cada tres años- la Airef tendrá que juzgar las cuentas y que si detecta un agujero impondrá ajustes, es la garantía que se ha asegurado Bruselas antes de dar el visto bueno a la reforma. Da un poco igual lo que la Airef diga ahora. Lo importante será lo que diga en 2025.
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