Aumento de costes laborales

¿Cómo afecta a las empresas la nueva reforma de las pensiones?

Los nuevos gravámenes planteados por el Gobierno provocan el rechazo de la patronal

La advertencia de Antonio Garamendi, presidente de la CEOE: "El envejecimiento de la población es un gran reto"

La advertencia de Antonio Garamendi, presidente de la CEOE: "El envejecimiento de la población es un gran reto"

Gabriel Ubieto

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La nueva reforma de las pensiones supondrá un incremento de costes para las empresas, especialmente aquellas de mayor tamaño y que tendrán que pagar por cuestiones por las que hasta ahora no pagaban. La patronal CEOE ha emitido un comunicado en el que critica duramente las condiciones planteadas por el ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, y manifiesta su "más frontal oposición". Y es que el Gobierno pretende apuntalar la futura sostenibilidad del sistema sobre un mayor esfuerzo económico por parte de las empresas, a través de una subida de las bases máximas, una tasa adicional sobre los sueldos altos y otro recargo para todos los trabajadores que, en su conjunto, provocará que las compañías deban pagar más por las nóminas que abonan a final de mes. Las empresas más afectadas serán aquellas con una mayor proporción de empleados con sueldos superiores a los 4.500 euros brutos al mes, mientras sobre el resto la afectación será mínima.

Según cálculos divulgados por el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, el coste laboral de las empresas subirá, una vez la reforma esté plenamente desplegada, un 1,6%. Es decir, tomando como referencia el último dato disponible de la Encuesta de Costes Laborales del INE, que sitúa el coste laboral de las empresas en una media de 2.754,75 euros mensuales por trabajador, las compañías pagarán, de media, 44 euros más por trabajador al mes. O lo que es lo mismo, 529 euros por trabajador al año.

Dicho cálculo es una estimación media poco representativa, en tanto que habrá unas empresas muy afectadas y otras muy poco. Y es que las compañías con una alta proporción de empleados con nóminas superiores a los 4.500 euros brutos al mes se verán mucho más afectadas de lo que estima Seguridad Social. Mientras que aquellas empresas sin trabajadores con nóminas de ese nivel apenas se verán afectados.

"La voracidad recaudatoria del Gobierno, a través de propuestas populistas como esta, socavará el esfuerzo de las empresas en las negociaciones salariales, ya que los trabajadores, con mayor carga por el lado de sus cotizaciones, verán absorbidos parte de los incrementos en su retribución", ha considerado la CEOE en su comunicado.

Subida de bases máximas

El primero y que mayor coste implicará para las sociedades es el aumento de las bases máximas de cotización. Actualmente los salarios en España no cotizan por su total integridad y hay un linde a partir del cual quedan libres de gravamen. Concretamente, el erario público solo grava hasta los 4.495,50 euros al mes, a partir de ahí el sueldo deja de cotizar y ello le supone un ahorro de costes a la empresa. El planteamiento de la Seguridad Social es elevar progresivamente este tope, para obtener mayores ingresos y siguiendo el ejemplo de otros países de la Unión Europea (UE), donde los salarios tributan por su totalidad. Actualmente hay, según los propios cálculos del Ejecutivo, alrededor de 1,2 millones de trabajadores en toda España que no cotizan por la integridad de su salario.

La propuesta consensuada entre el PSOE y Unidas Podemos contempla un incremento progresivo y calendarizada de esas bases máximas. Hasta ahora las bases máximas subían cada año según dispusiera el Gobierno, unos ejercicios muy poco y otros más, en función de las necesidades de caja e intereses que tuviera cada Ejecutivo. Ahora Escrivá plantea establecer un calendario previsible y en el que dicho aumento de bases empezará a partir del 2024. Cada año estas subirán lo que suba el IPC -como hacen la cuantía de las pensiones contributivas- más un incremento anual del 1,2%. De este modo, en el horizonte 2050, la actual base máxima acumulará un incremento del 38%, según concretan fuentes conocedoras de las conversaciones, al que habrá que añadir la actualización derivada del IPC.

Nueva cuota para los salarios altos

La subida de bases de cotización no será la única vía de para aumentar ingresos que espera la Seguridad Social. Y es que las bases subirán, pero no se alcanzará un destope íntegro, que implicaría que los salarios altos cotizaran en su totalidad, como le demandaban a Escrivá desde Unidas Podemos y los sindicatos. Para complementar los ingresos del erario público y hacerlo bajo esa filosofía de gravar lo que hasta ahora no estaba gravado, Escrivá ha diseñado una tasa que ha bautizado de "solidaridad" que regirá sobre el porcentaje de salario por encima de la base máxima que quedará sin cotizar.

Por ejemplo, un salario de 100.000 euros al año cotiza actualmente hasta los 53.946 euros y deja 46.054 euros sin cotizar. La tasa de "solidaridad" gravaría esos 46.054 euros y lo haría por la vía de un porcentaje que irá aumentando a lo largo del tiempo. Arrancará en 2025 con un tipo del 1% e irá creciendo en un 0,25% cada año hasta 2045, hasta llegar al 6%. En contra de lo que se esperaba en un principio, este recargo no será temporal sino permanente. Además, su aplicación no generará derechos de cara a elevar la pensión máxima de jubilación del trabajador. De esos seis puntos se dividirán en cinco a cargo de los empresarios y un punto restante para los empleados. 

Esta cuota presumiblemente tendrá más efectos en las grandes empresas, donde hay una mayor proporción de salarios altos que no en las pymes. Y también en la propia administración pública, donde también en ciertas categorías directivas hay una proporción de empleados que ganan más de esos 46.054 euros anuales.

El recargo temporal se extiende hasta 2050

Este 2023 ha entrado en vigor el bautizado como Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), un recargo sobre la cotización de los trabajadores de 0,6 puntos que principalmente corre a cargo de la empresa. Este recargo ha empezado a regir desde este año y está previsto que siga vigente hasta 2032. La Seguridad Social calcula que lleva unos 2.700 millones de euros al año a las arcas públicas y ahora se dispone a subir ese gravamen. La idea de Escrivá es doblar esos 0,6 puntos y llevarlos a 1,2 puntos, de los que uno iría a cargo de las empresas y 0,2 puntos a cargo de los trabajadores.

No solo sube en importe el MEI, sino que también queda extendido en el tiempo, algo que desde la Comisión Europea se le había reclamado a España. Concretamente la reforma de Escrivá lo lleva desde el actual horizonte de 2032 hasta 2050.

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