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Los Oscars y las películas de habla no inglesa: ¿Hollywood dará paso al cine no producido en EEUU?

De las miles de películas estrenadas en un año en todo el mundo, tan solo una ínfima parte de las realizadas en un idioma diferente al inglés (menos del 5%) llega a los Estados Unidos

Sin novedad en el frente

Sin novedad en el frente / NETFLIX

Andrea Reisenauer

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El domingo 12 de marzo millones de personas sintonizarán la televisión para descubrir qué estrellas de cine y qué cineastas son merecedores del premio más prestigioso de Hollywood: los Oscars. Mejor actriz, mejor guion adaptado... y el codiciado premio para los cineastas radicados fuera de EEUU: el de mejor película en lengua extranjera, para el cual hay cinco nominaciones.

De las miles de películas estrenadas en un año en todo el mundo, tan solo una ínfima parte de las realizadas en un idioma diferente al inglés (menos del 5%) llega a los Estados Unidos. Las películas forman parte de un sistema global enormemente desigual. En ningún otro lugar del mundo esto es más evidente que en Norteamérica, donde las películas extranjeras solo representan un pequeño porcentaje de los ingresos de taquilla. Esto contrasta con el hecho que las compañías cinematográficas de EEUU dominan el mercado de la industria cinematográfica mundial.

Esta situación se explica por razones sociales e históricas, que inciden sobre el sistema cinematográfico mundial en la actualidad. Si bien el cine como medio se inventó en Francia, Hollywood se considera la industria cinematográfica más antigua del mundo. Es el lugar donde surgieron los primeros estudios cinematográficos y productoras.

Esto le ha dado a Hollywood un poder enorme desde principios del siglo XX, no tan solo en el mercado cinematográfico mundial, sino también en la definición de las reglas de lo que se considera digno de atención: protagonistas atractivos y racialmente homogéneos, historias de desventuras amorosas, éxitos de personas que van de la pobreza a la riqueza, tramas llenas de acción con escenarios de alto presupuesto y sorprendentes efectos especiales y una infame aversión a los subtítulos. “Suponen demasiado trabajo”, le dirán la mayoría de los norteamericanos. Ante este panorama, el cine extranjero se ha convertido en eso: extranjero.

Aun así, todavía hay esperanza para aquellos que hacen películas fuera de Hollywood. Además del refugio artístico que representan los prestigiosos y consagrados festivales de cine europeos (piense en Venecia, Cannes y Berlín), así como los festivales de cine de Sundance y Toronto, plataformas como Netflix han aumentado nuestro acceso a películas y series extranjeras. Está acreditado que algunas de ellas incluso han incrementado el éxito de la plataforma. Mientras tanto, en 2019, se hizo historia cuando 'Parasite', de Bong Joon-Ho, se convirtió en la primera película de habla no inglesa de la historia que ganó el premio de la Academia a la mejor película.

¿Será que el cine extranjero está entrando en la corriente mayoritaria? ¿Está Hollywood dando paso a la innovación que se lleva a cabo fuera de EEUU? ¿Podría la alemana 'Im Westen nichts Neues' ganar el Oscar a la mejor película este año, dando esperanza a otras películas elaboradas en idiomas extranjeros de cara al futuro? Tendremos que sintonizar la gala de los Óscars para averiguarlo.