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La segunda fundación de Europa

La Fundación La Caixa, con 21.000 millones de euros de activos, es uno de los signos de identidad de Barcelona

Sede de La Caixa en la Diagonal de Barcelona.

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Joan Tapia

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Un candidato a la alcaldía ha dicho que en la ciudad hay sensación de disgusto. Cierto, pero Barcelona lo supera casi todo. Este lunes se ha inaugurado el Mobile que es ya una realidad fija anual. Y la semana pasada en los premios anuales de EL PERIÓDICO se distinguió al grupo Puig, una empresa familiar catalana (desde 1914) y hoy también uno de los primeros grupos de perfumería y moda del mundo, con marcas de renombre, que factura más de 250 millones de euros y tiene 4.500 empleados. Y Puig ya hace bastantes años que culminó con éxito el cambio de generación con el relevo de Mariano Puig –activo hasta hace muy poco– por su hijo Marc Puig. Y la sucesión es el hueso de la empresa familiar.

La semana pasada se conoció que la Fundación La Caixa aumentará su presupuesto un 4,5%, hasta 538 millones, el más elevado de su historia. Del total, 360 millones, el 60%, va a actividades sociales de escasa visibilidad como la lucha contra la pobreza infantil, la creación de empleo de colectivos con dificultades y la atención a personas con enfermedades avanzadas. El 21% se dedica a actividades culturales a través de sus nueve CaixaForum y el CosmoCaixa. El resto va a investigación y salud (11%) y educación y becas (8%).

Lo relevante es que estos programas tienen la sostenibilidad asegurada porque son financiados por los dividendos de las participaciones que Criteria Caixa (propiedad de la fundación) tiene en empresas como CaixaBank (un 30%), Naturgy (26%)… El patrimonio, garante de la continuidad, asciende a 21.000 millones de euros y la fundación es así la sexta del mundo por el volumen de activos. El ránking lo encabeza la americana Bill & Melinda Gates Foundation (46.500 millones) y la presidida por Isidre Fainé es la segunda fundación europea y la única entre las 15 primeras que no pertenece al mundo anglosajón. Una señal de identidad de Barcelona, donde están los servicios centrales (la sede es Palma de Mallorca desde el 2017) y donde trabajan 300 de sus 415 empleados.

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