Podemos, Hungría y la guerra de Ucrania

“Ni la entrega de armas ni las sanciones salvan vidas; al contrario, contribuyen a la escalada y prolongación del conflicto y traen más sufrimiento”. Esta declaración sobre la guerra de Ucrania, aunque lo parezca, no es de Ione Belarra ni de Pablo Iglesias. Quien habla es el ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Péter Szijjártó, en la reunión de cooperación del Consejo de Seguridad de la ONU y la UE, a la que acudieron el pasado jueves 25 titulares de Exteriores de la Unión Europea. Hungría, gobernada por el ultraderechista Viktor Orbán, es el país de la UE más cercano a los postulados de la Rusia de Vladímir Putin. Desmarcándose de la postura común de la UE, Szijjártó pidió también “un alto el fuego inmediato”, sin condiciones, como quiere Rusia, para iniciar “conversaciones de paz”.

Dos días después, el sábado, Belarra pidió en Madrid “un alto el fuego”, para lo que exigió que se hiciera el mismo esfuerzo que se está haciendo para enviar armas a Ucrania. Podemos siempre se ha opuesto al envío de armas y esta vez su secretaria general lo formuló así: “Primero nos dijeron que no íbamos a mandar material ofensivo. Después nos dijeron que sí, que había que mandar misiles antiaéreos. Después, que íbamos a mandar tanques. Y ahora, que tenemos que mandar cazas. ¿Qué es lo siguiente, soldados españoles en Ucrania? Es evidente que haber contribuido a la escalada bélica ha sido un error”.

Belarra, faltaría más, también condenó “la agresión criminal de Putin”, aunque toda la política de Podemos ante la guerra no hace otra cosa que favorecer las pretensiones del autócrata ruso. Podemos pide un alto el fuego inmediato sin tener en cuenta la situación bélica, con el este de Ucrania todavía ocupado por las fuerzas rusas, ni distingue nunca entre el agredido y el agresor. La crítica al envío de armas, por lo demás, solo alcanza a Occidente. Nunca a los aliados de Rusia, como Irán, que surte de drones a las tropas de Putin. Este falso pacifismo que trata por igual al invasor y al invadido solo beneficia al invasor.

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