El pataleo

Messi y Mbappé, ¿ahora qué?

PSG

PSG / EP

Josep Pedrerol

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El club del dinero sin límite de Catar, el de los futbolistas bañados en millones, el del tridente de ensueño formado por Messi, Mbappé y Neymar... El de la frase «hay que ganar la Champions como sea» y termina en fracaso año tras año. En París no acaban de enterarse: el éxito no se alcanza juntando a un montón de estrellas en un vestuario. Eso son los Harlem Globetrotters, perfectos para dar exhibiciones, pero no para ganar campeonatos.

Es la naturaleza humana. Pensar que esos futbolistas, idolatrados allá por donde pisan, van a colgar su ego en la puerta del vestuario y poner el equipo por encima de sus intereses es una quimera. Y se demuestra proyecto tras proyecto. El sábado, tras otra derrota, el vestuario del Paris Saint Germain saltó por los aires, con Neymar a la cabeza enfrentado a gritos con Luis Campos, máximo responsable deportivo del club. Un polvorín en toda regla. Huele a podrido. 

¿Y ahora qué? ¿Qué pinta un entrenador en ese vestuario? ¿Acaso puede dejar en el banquillo a Neymar si ve que entrena mal o es conflictivo? ¿Quién le discute algo a Mbappé cuando el dueño del PSG le ha dado las llaves del club para que no se marche? ¿Acaso alguien va a osar enfadar a Messi cuando le estás suplicando que renueve? La respuesta a todas las preguntas la conocemos de sobra. Si gana el PSG el éxito es de los futbolistas y si pierde el culpable es el técnico. El día que hable Pochettino...

Imposible con Laporta

Habrá que estar muy atentos al futuro de los tres si se escapa la Champions. Neymar, ya de vuelta, puede ser el primero en salir. Su talento no tiene discusión, pero los mejores años de su carrera ya han pasado y no ha sido la súper estrella que se esperaba. Mbappé es otro cantar. Erigido como estandarte de la República francesa, parece atrapado en una jaula de oro. «Este Mbappé no es mi Mbappé», confesó Florentino Pérez en El Chiringuito tras la espantada del francés. Imagino que, a estas alturas y viendo que se aproxima otro fracaso, estará más arrepentido que nunca. Veremos qué ocurre en el futuro... 

¿Y Messi? Aún no ha renovado, pese a la insistencia de Catar, lo que deja una rendija abierta al sueño que tenemos todos los culés: verle de nuevo de azulgrana. Lamentablemente, con Laporta, es imposible que ocurra.