Artículo de Javier Aroca

El arte de terminar bien la legislatura

Los socios del Gobierno ajustan beneficios y pérdidas, los más prudentes huyen de los desbarajustes y tienen presente a Sun Tzu: si no puedes vencer no des munición a tus enemigos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta Yolanda Díaz

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta Yolanda Díaz / José Luis Roca

Javier Aroca

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En 'El arte de la guerra', Sun Tzu aconseja evitar en toda batalla el desbarajuste o desorden en las propias filas. El final de una legislatura es mal momento para desbarajustes, sean por las urgencias-aunque es exigible cumplir-, por la ansiedad o, muy frecuentemente, por marcar identidad y diferencias de cara al venidero choque electoral.

Las presiones proceden del interior de los propios partidos, de los coaligados, de los asociados de investidura. Todos tienen motivos para apretar, sea en razón de sus compromisos ante sus electores o por credibilidad, resabidos de los riesgos que todo acuerdo conlleva.

Cierto es que quedan compromisos importantes pendientesla ley mordaza o la ley de la vivienda lo son. Pero también en el seno de la coalición de Gobierno se reflexiona sobre la oportunidad de terminar bien la legislatura, sin desbarajustes, convencidos -es la ley de la utilidad marginal- de que apenas hay ya beneficios adicionales. Las últimas experiencias legislativas escaldan.

Se llega a esto considerando el poco entusiasmo por la subida espectacular de las pensiones contributivas o no, 8,5% y 15%, que no conmueve a  unos jubilados olvidadizos del 0,25% del PP; tampoco la valiente subida constante del SMI moviliza a los asalariados más menesterosos. Ni el brillante desempeño económico, la aceptación y protagonismo internacional, parecen aportar más a la valoración positiva del Gobierno de coalición. Hay techo.

Entonces, ¿por qué agitar el avispero? La ley mordaza puede salir, menos de lo deseable pero suficiente para convencer y comprometer a coaligados y socios de investidura. Igual con la ley de la vivienda, que bien valdría una legislatura y de cuyo avance podrían depender reacciones positivas en ayuntamientos y ciertas comunidades autónomas en el horizonte electoral.

Los socios ajustan beneficios y pérdidas, cálculos, los más prudentes huyen de los desbarajustes y tienen presente de nuevo a Sun Tzu: si no puedes vencer no des munición a tus enemigos.

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