Artículo de Agnès Marquès

Vocaliza, coño, vocaliza

De una forma muy divertida las chicas se meten con esa nueva forma de cantar de muchos artistas urbanos que cantan como con la boca semiabierta

catarrao

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Agnès Marquès

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Si no lo habéis visto todavía buscad en la red “vocaliza” y seguro que entre los primeros resultados aparece el videoclip viral de las últimas horas. Un grupo de chicas cantando una canción extremadamente pegadiza con un mensaje diáfano: “Vocaliza, coño, vocaliza”. De una forma muy divertida las chicas se meten con esa nueva forma de cantar de muchos artistas urbanos que cantan como con la boca semiabierta, sin vocalizar. Una moda muy extendida que hace prácticamente incomprensible las letras de las canciones y que los niños crezcan pensando que las eses finales son una especie de tradición de antiguo que morirá con sus padres. A mí, en casa, una graciosa pequeñaja de 5 años me corrige la vocalización: "Es 'ocupá’ olvidando tu 'male’, mami". Como con una patata en la boca, reza la canción mientras en el videoclip aparecen unos bailarines disfrazados de patata. ¡Hilarante! Sobre todo para aquellos que crecimos durante los 90 en Barcelona cuando, sin duda, se vivió el mejor (peor) momento de expansión del pijo que hablaba, decíamos entonces, con una pelota en boca. Una cantinela artificial algo hipnótica y adictiva, a la vez que mareante. Era difícil mantener el tipo durante una conversación seria. No sé qué ha pasado con esa cantinela. O hay menos pijos o se han dado cuenta.

Detrás del tema “Vocaliza, coño, vocaliza” están la artista Pepper Solana y el 'alma mater' del proyecto Jorge Pérez y su marca artística Muchapepper, que se define como una reacción musical necesaria ante el machismo, la banalidad, la injusticia y el mal gusto, dicen, de la música urbana actual. Y unas letras, eso es lo que más me gusta, que van un poco más allá de “yates, culos y anillos de boda”. Que, total, para que no se les entienda casi que tanto da, pero no queda más que aplaudir la iniciativa y que un temazo así se haya hecho viral. Hay esperanza, sobre todo porque su música, explican, quiere acoger a todos aquellos jóvenes que no se sienten representados por los cánones de estética, vida y aspiraciones de esa música urbana que no se quiere dejar entender.

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