APUNTE

¿Ganas de pitar o de aplaudir a Piqué?

Gerard Piqué en el entrenamiento de esta mañana en el Camp Nou.

Gerard Piqué en el entrenamiento de esta mañana en el Camp Nou. / JAVI FERRÁNDIZ

Emilio Pérez de Rozas

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“Mira, los de antes eran bobos y los de ahora, peligrosos. Los de antes pensaban que se podía hacer todo porque el Barça lo aguantaba todo y los de ahora, como todo empezó con ‘pit i collons’, creen que nadie les va a toser las decisiones que tomen, por eso ponen a sus familiares y amigos, por eso buscan el consenso del socio de una forma artificial con asambleas telemáticas, por eso ejecutan las palancas y por eso despiden a diestro y siniestro, escupiendo hacia el cielo. El problema es que nadie, nadie, piensa en el club y el club, lo siento mucho, no lo soporta todo por mayor ‘més que un club’ que sea, por mayor glamour que tenga y por más crédito que, dicen, tiene entre la gente que atesora dinero, supongo, para intentar, algún día, tener la opción de quedarse con el Barça. Aquí nadie cuenta por qué se hacen las cosas porque nadie le pide explicaciones al presidente. El primero que se cansó de Joan Laporta fue el hombre que fichó para controlarlo todo, Ferran Reverter. El problema es que el plato de la balanza de las cosas hechas sin demasiado sentido empieza a estar ya muy lleno y, al final, quieras o no, todo saltará por los aires. Todo”.

El observador lleva más de tres décadas en el Barça. Todo lo que ha visto, desde las lágrimas de Leo Messi hasta el video lacrimógeno en ‘plan Griezmann’ de Gerard Piqué, pasando por cantidad de despidos no explicados, pulsos intempestivos con LaLiga, reuniones de madrugada, presiones con las ‘vacas sagradas’ para tratar de cuadrar los números y peticiones a determinados periodistas para que les echen una mano para tratar de despedir, o traspasar, o forzar la renuncia de futbolistas con contratos millonarios, le hacen pensar que esto, al margen de los resultados que, de momento, no son del gusto de nadie, puede acabar muy mal.

Cuidar su imagen

“Piqué, que es quien más ha cuidado su imagen, aunque la haya maltratado últimamente, lo ha tenido clarísimo: ahí os quedáis, sed felices, volveré. Y, en el club, se han frotado las manos y brindado con cava. No te preocupes que no oiremos hablar mal de Laporta a Piqué como le oímos hablar de Bartomeu, que fue quien le firmó el contrato del fin del mundo. Piqué quiere ser presidente y necesitará los votos de los laportistas, pues ‘Barto’ ya los ha perdido todos. Aquí jamás sabremos la verdad del adiós de Piqué, aunque todo el mundo sospecha, en el seno del club, que su huida es para preservar su imagen, dar un paso al lado durante un tiempo y volver con más fuerza para ser presidente”, me sigue contando mi amigo.

Eso sí, la ‘ley del Barça’, es decir, los Estatutos, dice que Piqué no podrá ser candidato a la presidencia en dos años, ya que ha sido empleado del club. Este anuncio le servirá, al menos, para empezar a valorar si la ‘gent blaugrana’ lo aprecia o estaba ya harta de él, como algunos sospechan. “Apunta este detalle: desde el anuncio de Piqué se han vendido casi todas las entradas del partido de mañana. Así que o hay ganas de aplaudirle o hay ganas de pitarle”.

Más aplausos que pitos, por descontado. El referéndum sobre la gestión de Laporta aún no ha llegado. La ‘grada d’animació’ se hará cargo de todo.

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