Artículo de Joaquim Coll

Verdades y mentiras en el 'posprocés'

El supuesto espionaje masivo a decenas de independentistas por parte del CNI no es más que una cortina de humo

Archivo - L'expresident Carles Puigdemont al Parlament Europeu

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Joaquim Coll

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Con el escándalo Pegasus y la trama rusa del 'procés' es fácil perderse. Como escribe el investigador José Javier Olivas, el supuesto espionaje masivo a decenas de independentistas por parte del CNI no es más que una cortina de humo para intentar desacreditar la investigación policial y judicial sobre las tentativas de secesión que se orquestaron desde el entorno de Quim Torra y ciertos colectivos clandestinos entre 2018 y 2019. Pese a las sonoras denuncias de Carles Puigdemont, el Parlamento Europeo ha descartado enviar una comisión a España para investigar lo sucedido. Sí, en cambio, a Israel, país del que procede la empresa Pegasus, y a Hungría y Polonia, cuyos gobiernos admiten la compra del 'software' espía, y también a Estados Unidos, sede de las principales empresas tecnológicas. El CNI reconoció haber espiado a 18 personas por orden judicial, entre miembros del Govern, diputados, activistas, abogados y empresarios, con razones que el Supremo avaló. El resto de “espiados” es un montaje propagandístico de la ANC y las terminales mediáticas separatistas para victimizarse y proseguir su campaña contra España. 

Lo que cada vez resulta más interesantes es la investigación que está llevando a cabo la Eurocámara sobre las injerencias del Kremlin para desestabilizar la UE, con un capítulo aparte sobre la trama rusa del 'procés'. La semana pasada, tanto el periodista de EL PERIÓDICO Jesús G. Abalat como el investigador del Institute for Statecraft Nicolás de Pedro aportaron detalladas informaciones sobre las reuniones que Puigdemont y su entorno de confianza mantuvieron con enviados de Moscú antes y después del referéndum ilegal del 1 de octubre. Hay todavía cables sueltos por atar, pero sobrecoge la presencia de miembros del servicio de espionaje ruso, el GRU, en otoño de 2017 y posteriormente su papel en la creación del Tsunami Democràtic. Llamó también la atención una carta dirigida a la CUP en 2015 por parte del ministro de Exteriores de la autoproclamada república del Donetsk ofreciéndose a cooperar con Catalunya. Igual los anticapitalistas tienen ahora algo que decir.

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