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Barcelona, destino de compras, por Gabriel Jené

Tiendas en el paseo de Gràcia de Barcelona

Tiendas en el paseo de Gràcia de Barcelona / ROBERT RAMOS

Gabriel Jené

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Este verano Barcelona ha vuelto a recuperar su posición como ciudad de destino turístico de compras de primer orden. El acuerdo de consenso del sector para ampliar el horario comercial los domingos y festivos en Barcelona durante cuatro meses, entre el 15 de mayo y el 15 de septiembre, en ciertas zonas delimitadas de la ciudad, ha supuesto un paso importante en esta dirección .

Si bien este no ha sido un verano fácil para el consumo interno, con una demanda sufriendo los efectos de la inflación, la subida de carburantes y de la energía, y con los planes de ajustes sobre la mesa para paliar la crisis energética en Europa, el turismo ha sido una vez más un sector estratégico clave para la actividad económica de la ciudad y las ventas de los domingos abiertos han superado las expectativas de los comerciantes.

El sector hotelero fue el primero en anunciar que este sería un muy buen verano para el turismo gracias al inesperado volumen de reservas y, ahora que hemos entrado en septiembre, desde el comercio podemos afirmar que esta demanda ha sido muy positiva para el sector.

En cuanto a la llegada de turismo intercontinental, se ha notado la carencia de visitantes asiáticos y rusos, especialmente orientados al segmento de 'retail' de lujo. Sin embargo, y por suerte, el precio del dólar ha propiciado la llegada de público americano e iberoamericano, principalmente de México, el cual hasta hace poco frecuentaba más Madrid que Barcelona. Y respecto al turismo europeo, y uno de los principales motores económicos de nuestra ciudad, han llegado sobre todo británicos y franceses, aunque también hemos atendido a mucho público procedente de Italia.

Según el último informe 'Payments data and insights', “Barcelona es el segundo destino escogido por los británicos para realizar este tipo de turismo de compras, solo superado por París” y el mismo estudio constata que nuestra ciudad es el destino de España que aprovecha mejor el regreso del turismo extranjero. Esto pone de manifiesto la fortaleza de la posición del comercio de Barcelona como gran motor económico de la ciudad, capaz de atraer a una demanda de calidad.

Ahora bien, también es preciso señalar determinadas debilidades que arrastramos a consecuencia de la pandemia. Últimamente, hemos podido constatar una creciente degradación en ciertos ejes comerciales de Ciutat Vella. La pospandemia no ha supuesto una adecuada regeneración de la oferta comercial a consecuencia de planes de usos excesivamente restrictivos, la lentitud en la tramitación de licencias o la difícil accesibilidad, debido a una movilidad cada vez más compleja, para residentes y visitantes del área metropolitana. Es necesario repensar las políticas de ordenación y de promoción para extender el turismo de calidad a todas las zonas de excelencia de la ciudad y recuperar la tracción de grandes marcas internacionales, especialmente en zonas que necesitan una revitalización importante como las Rambles, Portaferrissa , Paral·lel o calle Ferran, que sufrieron una gran desertización en pandemia. Desde Turisme de Barcelona conjuntamente con las concejalías del distrito y de Turisme, Comerç i Mercats del Ayuntamiento, deberían reconducir los esfuerzos en la dirección de alcanzar la excelencia comercial en estos lugares.

Finalmente, cabe recordar que el comercio del centro de Barcelona necesita al visitante para desarrollar su actividad económica: una de cada dos compras que se realizan en los comercios la realizan visitantes y turistas. El hecho de disponer de los domingos de apertura comercial durante estos cuatro meses ha permitido al comercio de centralidad que ha abierto los festivos poder atender esta demanda de visitantes europea e internacional, proyectando en su conjunto, una imagen de ciudad de acogida, cosmopolita y moderna.

En este sentido, es remarcable la flexibilidad y adaptación a los nuevos horarios por parte de todos, de los establecimientos comerciales y de sus equipos. Todos juntos hemos hecho posible que la campaña comercial Tot Obert haya sido un éxito para nuestra ciudad. Ha sido un gran paso para acercarnos más a los horarios de las grandes ciudades comerciales de Europa como París o Londres, por lo que esperamos que siga cogiendo más impulso, configurando el inicio de una nueva etapa, de una Barcelona orientada en el turismo de compras, un turismo de calidad.