Artículo de Montse Santolino

Medios y miedos

Este verano, algunos jueces sensatos han empezado a denunciar lo que era obvio: que en el tema de las 'okupaciones' el periodismo irresponsable es una fuente de bulos

BARCELONA 2016 /05/29  SOCIEDAD  Asamblea de okupas en el conocido como 'banco expropiado'  de Gracia Fotografia de JOAN CORTADELLAS

BARCELONA 2016 /05/29 SOCIEDAD Asamblea de okupas en el conocido como 'banco expropiado' de Gracia Fotografia de JOAN CORTADELLAS / Joan Cortadellas

Montse Santolino

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“Inquiokupas”, “desokupaciones”, “alquiler okupa” han sido conceptos que hemos aprendido este verano. De nuevo, en algunos medios, historias diarias y terribles de gente a la que le 'okupan' la casa, y la sensación de que se multiplican. Con razón somos el cuarto país del mundo en número de alarmas.

Este verano, sin embargo, algunos jueces sensatos han empezado a denunciar lo que era obvio: que en este tema el periodismo irresponsable es una fuente de bulos. El sensacionalismo no es inocuo. Hay mucha gente sufriendo innecesariamente, sobre todo jubilados que temen perder lo que tienen. Ocupar una casa habitada o una segunda residencia es un delito grave que se resuelve de inmediato, pero la gente no se lo cree porque la tele y el WhatsApp dicen lo contrario.

Ni los datos de la policía ni los de la Fiscalía General del Estado justifican tanta atención mediática, ni avalan la tesis de que los delitos de allanamiento o usurpación crezcan exponencialmente. Se trata de miedo inducido con falsedades: que no se puede hacer nada después de 48 horas, que hay vacíos legales, que no hay suficientes herramientas...¿Demasiadas 'okupaciones'? Demasiados pisos vacíos de bancos y fondos buitres, demasiados alquileres e hipotecas impagables, demasiados desahucios, demasiada poca vivienda pública, demasiada pobreza. Las razones de fondo nunca se explican todas ni bien, pero este verano hemos visto como ciertos 'magazines' y tertulias, distorsionando la dimensión y el carácter del problema, acaban por legitimar a los que se toman la justicia por su mano. Una deriva peligrosa, a unos pocos meses de unas elecciones municipales. ¿Qué viene después del miedo? ¿A qué discursos políticos se beneficia por esa vía?

En Catalunya ya tenemos cerca de un 30% de población en situación de exclusión social. No sabemos cómo de profunda será la recesión que nos anuncian, pero seguro que mucha más gente se quedará sin casa. ¿Los preferimos acampando en nuestras calles? Necesitamos propuestas y soluciones. Lo demás nos lleva a un callejón moral sin salida.

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