Artículo de Vicenç Sanclemente

CCMA, ¡un concurso público, público es posible!

Tan importante era el resultado como el procedimiento, y creo que TV-3, Catalunya Ràdio, sus trabajadores y la sociedad catalana se merecían un debate abierto, público y transparente

Sigfrid Gras y Jordi Borda, nuevos directores de TV-3 y Catalunya Ràdio

Sigfrid Gras y Jordi Borda, nuevos directores de TV-3 y Catalunya Ràdio

Vicenç Sanclemente

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Resuelto ya el primer concurso público de la historia para decidir los directores de TV-3 y Catalunya Ràdio. Gestores y algunos profesionales se han felicitado por el resultado y por lo rápido del proceso. Solo nos presentamos 19 personas (9 en TV3 y 10 en Catalunya Ràdio). Podemos preguntarnos qué lo hizo tan poco atractivo.

Algunos de los pioneros de la casa, como Salvador Alsius, vienen reivindicando que, aun siendo los primeros en audiencia, fija y fiel, hace falta "abrir muros". Aquí tan importante era el resultado como el procedimiento, y creo que TV-3, Catalunya Ràdio, sus trabajadores/ras y la sociedad catalana se merecían un debate abierto, público y transparente.

No hemos sabido quiénes eran los examinadores hasta conocer el resultado. Cada partido que dirige la CCMA escogió a dos expertos que evaluaron la documentación y propusieron a sus elegidos al mismo consejo que les había designado a ellos. Con todo respeto, he echando en falta a los decanos de las universidades públicas. En el concurso de RTVE había nombres como Enrique Bustamante, Josep Lluís Micó o Enric Marín.

La CCMA publica que el examinador Josep Maria Ganyet, experto en tecnología digital, colabora en TV-3. Mientras, en las bases del concurso, advierte que los evaluadores no pueden tener intereses en las empresas de la Corpo.

Enviamos el currículum y un proyecto de gestión (¡de solo 20 folios!). Los examinadores escogieron a una terna. Pero, en pro del anonimato, no ha constado en ningún lugar la puntuación de los méritos académicos y profesionales de los candidatos/tas ni la de los proyectos.

En el concurso de RTVE, el BOE publicó la puntuación de méritos y proyectos. Entonces, de 93, aprobamos 20, liderados por Alicia Gómez Montano. Igual se pasaron de transparentes. En el BOE llegó a salir: “Esto no es un proyecto de gestión, ni es nada”.

Me pregunto por qué no pudimos presentar públicamente los proyectos. Siendo 19 -dos mañanas de trabajo-, se han ahorrado cuestionarlos. Hubiésemos podido profundizar en los puntos fuertes. Hubieran descubierto debilidades. Más allá, hubiéramos podido sumar lo mejor de los distintos proyectos para crear un embrión de Libro Blanco de TV3 y Catalunya Ràdio. Esto permitiría gobernar por proyecto y no por cuotas.

Para RTVE fuimos al Congreso (sorprendía cómo algún diputado, como Guillermo Díaz, de Ciudadanos, había estudiado los proyectos). Claro que, en el Senado, en marzo de 2021, ya se había filtrado la lista de los consejeros. La presidenta nos daba la palabra sabiendo que "el pescado ya estaba vendido". Asistí por coherencia y obtuve los votos de ERC.

Aquí hubiese querido escuchar los proyectos de Sigfrid Gras, Jordi Borda, Clara Cabezas, Miquel Calçada, Mónica Lablanca, Sílvia Cóppulo o Rafael de Ribot y los demás. Quizás coincidimos al definir los retos y amenazas de los medios...

Que no se aproveche el relevo generacional para reducir la plantilla.

Que no se vacíe la producción propia de programas en beneficio de privados.

Que bajo el mantra "la CCMA ha de ser el motor de la industria audiovisual de Catalunya" no se esconda una situación de inferioridad. ¿Aquí quién manda?¿ Las productoras fijas o la Corpo?

Cómo abrir la participación de los/las oyentes en contenidos transmedia que sean útiles socialmente.

Y, sobre todo, vigilar que -en cada iniciativa -, con los nuevos formatos digitales, el conocimiento se quede siempre en la propia empresa. Todo esto y más, no hemos podido debatirlo.

Y lo importante. Después de este concurso, donde los tres partidos de gobierno, ERC, Junts y PSC han optado por la continuidad, ¿sale fortalecida la independencia profesional?

Después de un concurso rápido, con anonimato de examinadores, candidatos y proyectos, sin debate público, ¿Sigfrid Gras y Jordi Borda tendrán autoridad para enfrentarse a cualquier bronca de los políticos?

Cuando Pasqual Maragall llamó a Montserrat Minobis para que dirigiera Catalunya Ràdio sabía que elegía a alguien que no correría a responder las llamadas de los jefes de prensa. ¿Hemos avanzado en el margen de libertad de los directores (que no directoras)? 

Seguro que en un futuro puede haber un concurso público/público para TV-3 y Catalunya Ràdio. De cara al próximo, profesionales, sindicatos, Col·legi de Periodistes, facultades y Parlament han de poder participar en el debate. Hay que abrir y no apuntalar viejos muros.

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