GOLPE FRANCO

El Barça y los hermanos fruteros de Chamberí

Se anuncia un cambio de rumbo. Era difícil imaginar que el Barça fuera a acercarse a la competición con las armas que ahora tiene.

El once titular del Barça que se enfrentó al New York Red Bull.

El once titular del Barça que se enfrentó al New York Red Bull. / Ira L. Black

Juan Cruz

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Hacía años que no volvía a Chamberí, el barrio más popular de Madrid, en cuyo mercado, de los mejores de la ciudad, había, cuando me fui hace cinco años, dos hermanos que me distraían con peleas cuyo origen estaba marcado porque uno era del Barça, aún más apasionado que yo, y el otro era del Real Madrid, forofo total del Real Madrid. Este viernes veraniego estaba solo en el mercado el madridista, atendiendo su inmejorable puesto de frutas y verduras, cuya gestión comparte con pariente tan cercano. Me recibió con alborozo e inmediatamente con las reticencias propias del mercado del fútbol.

Ese equipo inmenso que está construyendo el Barcelona es, en efecto, una amenaza para el Real Madrid. Pero es imposible que éste sea privado de su primacía, decía el frutero blanco. La verdad es que sus argumentos no difieren ahora de los que se escuchan en los comentarios de radio o televisión, pues el revolcón que el Barça le ha dado a sus expectativas ha generado en muchas zonas madridistas (de Madrid o de cualquier parte) la sensación de que el equipo azulgrana está usurpando una atención que no merece.

Mi amigo madridista del mercado concedía, en su caso, que los fichajes son potentes, él no discute eso, pero línea por línea, decía, lo que tiene el Real Madrid es mucho mejor, y por tanto los recientes campeones de casi todo seguirán siendo campeones de lo máximo, “a lo sumo ustedes estarán siempre los segundos”.

Piqué felicita a Memphis después de que anotara el 0-2.

Piqué felicita a Memphis después de que anotara el 0-2. / Kena Betancur / AFP

Todo aficionado al fútbol, imagino, antes de que empiecen los partidos, o las competiciones, tiene el pálpito de que los suyos van a ganar. La seguridad madridista se basa en buenos argumentos, pues en efecto en estos años recientes nosotros hemos bajado la guardia y, además, hemos dejado que se vaya el talismán de todas las batallas, Messi imborrable... hasta para Laporta.

Expectación positiva

Pero era impensable hace un mes que ese equipo fané y descangayado, como dice el tango, de anteayer fuera a desatar la expectación positiva que ahora han conseguido Xavi, Laporta y quienes hayan tenido que ver con este revolcón de calidad y de expectativas. El momento es, por tanto, excepcional, y es lógico que levante las sospechas, e incluso el temor, de quienes creían que el cetro ya estaba concedido antes de que sacaran de centro los competidores.

Era difícil imaginar que el Barça fuera a acercarse a la competición con las armas que ahora tiene, y eso que sacude el puesto de frutas del mercado de Chamberí, donde dos hermanos enfrentados por el fútbol quieren cosas distintas del futuro, se traslada automáticamente a lo que se dice en los medios, en los de Madrid y en los de Barcelona, y por tanto en los bares y en las cancillerías del fútbol.

Se anuncia un cambio de rumbo en los mercados, como se diría en el mundo de la economía, pero ese cambio de rumbo que en unos casos se desea y en otros casos se teme ahora abre una nueva situación ante la temporada. Lo que parecía que se iba a dirimir con la facilidad que tiene para el remate el francés Benzema está también en los pies del polaco Lewandowski, e incluso de los del también francés Dembélé, que no se quiere perder esta fiesta, para la que se ha quedado en Barcelona.

Es tan interesante lo que viene que esta temporada yo no quiero perderme la lucha frutera entre barcelonistas y madridistas en el mercado de Chamberí.