Artículo de Joaquim Coll

En Escocia, vuelta a empezar

Tensionar la cuerda política con Londres es una forma de distraer la atención. Artur Mas hizo lo mismo para maquillar los recortes, pero al final el 'procés' se le fue de las manos

La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, en el Parlamento de Edimburgo.

La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, en el Parlamento de Edimburgo. / ANDY BUCHANAN / POOL

Joaquim Coll

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Pese a que el referéndum de 2014, acordado con Westminster, fue presentado como “one in a lifetime event” (un acontecimiento único en la vida), el Gobierno escocés se muestra decidido a impulsar otra consulta independentista en 2023. Esta vez, sostiene la líder Nicola Sturgeon, aunque Londres no la autorizase. En caso de que el Tribunal Supremo también bloquease la votación, se convocarían unas elecciones plebiscitarias, tras la cuales se llevaría a cabo un proceso de secesión unilateral. Esta es la hoja de ruta anunciada en Edimburgo que, por cierto, recuerda bastante al 'procés' en Catalunya. No hace falta explicar lo mal que acabó. Recuerdo que por aquellas fechas algunos ponían al Reino Unido como ejemplo de democracia. Otros, en cambio, advertimos del error de David Cameron, primer ministro británico que dos años después tentó fatalmente la suerte con el referéndum del Brexit. Avisamos de que para independentistas o 'brexiters' su demanda no se zanjaría hasta el día en que se saliesen con la suya.

Ahora la mala situación económica, por la inflación y la crisis energética, pero también por las consecuencias de la salida de la UE, está beneficiando a los laboristas en todo el Reino Unido. Para el gobierno escocés, la estrategia es situar la independencia como el horizonte que permitiría dar respuesta a todos los problemas. Tensionar la cuerda política con Londres es una forma de distraer la atención. Artur Mas hizo lo mismo para maquillar los recortes, pero al final el 'procés' se le fue de las manos.

Veremos qué ocurre en Escocia porque lo más probable es que la justicia británica no avale otro referéndum sin el acuerdo de Westminster. Sturgeon busca el no rotundo del conservador Boris Johnson para ir a nuevas elecciones con el señuelo de la independencia unilateral. Es un viaje a ninguna parte porque además Escocia no entraría en la Unión Europea en esas circunstancias. En España, la reacción al 'procés' fue Vox. En el Reino Unido ya existe un nacionalismo 'hiperunionista' que Jonhson alimenta ahora rompiendo el acuerdo sobre Irlanda del Norte. Pinta que acabará mal.

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