Setenta años de reina, un sándwich y el sentido del humor

Es probable que la causa última de la longevidad de Isabel II sea el sentido del humor. En la celebración del Jubileo de Platino, ha declarado que daba las gracias "por los enormes cambios de los últimos 70 años". Lo dice quien basa su estatus en la ausencia de cambios. Observa la realidad como si no formara parte de ella. O mejor. Como si estuviera en el centro de un cuerpo celeste que no para de moverse mientras ella permanece estática, imperturbable. Pienso en unos versos de Vinyoli: “Todo gira como en un parque de atracciones, / pero tú y yo vivimos en el botón de la rueda, / donde es imperceptible el movimiento”.

A los 96 años ha sido capaz de reírse de sí misma con el pequeño vídeo que ha protagonizado con el famoso muñeco Paddington Bear, el oso despistado y bestial que, maleducado, bebe el té a morro en Buckingham sin que la monarca se inmute. Tropieza, estropea el pastel de cumpleaños y ofrece a la reina un sándwich de mermelada. “Siempre llevo uno de emergencia”, dice el oso de peluche. Y ella abre el eterno y enigmático bolso y contesta: “Yo también”. Y enseña otro sándwich de mermelada. Y hacen sonar ambos el 'We will rock you' con las cucharillas del té. Tiene para 70 más, como mínimo. 

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