Apunte

La firmeza de la apuesta

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales.

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales. / Irina R. Hipolito / AFP7 / Europa Press

Sònia Gelmà

Sònia Gelmà

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No cabía una aguja en el palco de personalidades del Stade de France. Nadie se quiere perder una final de Champions. Florentino Pérez, el presidente del Madrid, tenía a su derecha al Rey Felipe VI. Algo más alejado de la imagen central, unos asientos más a la izquierda, estaba el presidente de la RFEF, Luis Rubiales. Su presencia era del todo justificada, un equipo de su federación podía ganar una Champions, como la final de Turín hace unos días, cuando el Barça aspiraba a ganar su segunda Champions femenina y a la que también asistió.

Pero por lo visto no debía ser fácil volver de París el domingo por la mañana. No llegó a tiempo de presenciar en Alcorcón la final de la Copa de la Reina que organiza su federación. Supongo que tuvo que ver el hecho de que esa final se jugara en horario de partidos de regional. Pero cuando escoges un estadio donde ese mismo día juega el equipo local, no hay mucho margen. Al menos se ahorró la temperatura del Santo Domingo, y eso que él no tenía que correr tras un balón. 

El apellido monárquico

Las jugadoras no le echaron de menos, están acostumbradas. Otra cosa es que este tipo de ausencias contribuyan al escepticismo cuando se les dice aquello de la apuesta firme por ellas. Porque de ser así, quizá el estadio hubiera sido de Primera, quizá el horario hubiera sido de Primera, y quizá el palco de personalidades se parecería algo más, no ya al de una final de Champions, pero sí al de la final de la Copa del Rey. Porque cuando se trata de ellos, las agendas suelen estar más libres. Cuando precisamente debería ser justo lo contrario, puesto que son ellas –tras años de olvido– las que necesitan impulso institucional.  

La de la Reina Letizia fue otra ausencia llamativa pero poco noticiable porque es habitual. Las jugadoras ya decidieron hace tiempo que su Reina está en el vestuario y se llama Alexia Putellas. Quizá aquí el acento no deba ponerse en la ausencia real sino en la necesidad de que competiciones deportivas deban llevar apellido monárquico.

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