Artículo de Jordi Alberich

Una buena noticia

Unas dos mil empresas catalanas ostentan posiciones de relevancia global en sus respectivos subsectores

Barcelona 13/09/2021 Sociedad. Subida del precio de la luz. Edificios de Barcelona iluminados: oficinas de diagonal. AUTOR: MANU MITRU.

Barcelona 13/09/2021 Sociedad. Subida del precio de la luz. Edificios de Barcelona iluminados: oficinas de diagonal. AUTOR: MANU MITRU. / MANU MITRU

Jordi Alberich

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Pese al sinfín de desastres consecutivos, también abundan las buenas noticias, como ha sido la presentación del informe acerca de las dos mil empresas catalanas que conforman las denominadas “campeonas ocultas”. Nos referimos a compañías que, con una facturación a partir de 10 millones de euros, ostentan posiciones de relevancia global en sus respectivos subsectores. Una realidad desconocida y que refleja algunas dinámicas muy útiles para entender el momento y orientar el futuro.

Así, se evidencia nuestra gran capacidad de iniciativa, pues la gran mayoría de estas empresas son de primera generación y han sido capaces de superar una crisis tras otra y, a su vez, transitar de operar en entornos locales a competir con éxito en mercados mundiales y altamente competitivos. Un dato más para acabar de una vez con el tópico de que carecemos de espíritu emprendedor. 

A su vez, muestra cómo hay mucha creación de riqueza más allá de las 'start ups' y las empresas digitales, que tienden a acaparar todo el discurso público, como si solo de ellas dependiera nuestro bienestar futuro. Por contra, es en los discretos sectores tradicionales donde residen las mayores oportunidades de crecimiento y generación de empleo. Mientras, las iniciativas digitales son muy reconocidas pero, principalmente, por su acelerada capitalización y las enormes plusvalías que alcanzan sus accionistas. En cualquier caso, lo tradicional no está reñido con lo digital.

Finalmente, todo ello debería servir de acicate para, de una vez, desarrollar una política industrial moderna y orientada principalmente a estos “campeones ocultos”. Una alternativa que adquiere aún mayor sentido en un momento en que la industria, en el marco de la inevitable reglobalización que se avecina, va retornando a Europa. Lejos de antiguas medidas proteccionistas, se trata de favorecer el desarrollo del tejido productivo local como, por cierto, vienen haciendo los socios más avanzados de la Unión Europea.

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