Apunte

Estamos en 1999

Tras 20 años de la entrada en vigor del euro, España no ha logrado reducir la brecha de renta con la media europea

Contenedores en el puerto de Barcelona.

Contenedores en el puerto de Barcelona. / PUERTO DE BARCELONA

Agustí Sala

Agustí Sala

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En principio puede parecer una buena noticia: Estamos en 1999. Pero desgraciadamente no somos dos décadas más jóvenes. En realidad, tenemos 23 años más y el dinero que tenemos vale lo mismo que en esas fechas. Eso nos recordaba esta semana el profesor y doctor en Económicas por la Universitat Autònoma de Barcelona, Josep Oliver, codirector del grupo de reflexión Europe G.

Y Antoni Castells, 'exconseller de Economia', doctor en Economía, catedrático de la Universitat de Barcelona y director de este grupo de opinión añade otro elemento para la preocupación: la República Checa, un país de la antigua órbita comunista, ha superado a España en producto interior bruto (PIB) per cápita en paridad del poder de compra, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). En definitiva, no hemos logrado reducir la brecha con Europa tras dos décadas del euro.

La renta per cápita de España es hoy de 25.200 euros frente a los 29.900 en paridad de poder adquisitivo en la Unión Europea (UE), el 84% de la media. En 1999, la diferencia era de alrededor del 90%. La convergencia no ha mejorado por el menor aumento de la productividad en España, la variable que convierte el crecimiento económico en progreso.

Hasta 2008, la convergencia fue avanzando pero la crisis financiera devolvió a la economía española a la casilla de salida y, desde entonces, el avance ha sido pequeño. El alza fue además por cantidad, no por calidad, es decir, el crecimiento se apoyó en elementos frágiles como el endeudamiento de familias y empresas.

Tras la crisis del covid, a la que ahora puede relevar la que puede provocar la guerra en Ucrania con un inflación en niveles de hace casi 40 años, nos empobrecemos más y el oxígenos del Banco Central Europeo (BCE) se acaba. España debería aprovechar ahora para poner en marcha un ambicioso plan de reformas estructurales que cambien el modelo productivo y aseguren un crecimiento sostenido, según Europe G. Es algo que oímos desde hace años, pero que nunca se aplica. Y así estamos ¿Lo haremos esta vez con los fondos europeos?

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