¿Quiénes son los superusuarios digitales?

Vivimos en la economía de la atención, donde el tiempo de los consumidores es el valor más buscado. Su principal enemigo es la dedicación a las multitareas, donde se comparte la atención entre diferentes actividades. Como este hábito se ha convertido en habitual, esto ha obligado a empezar a contar el tiempo de manera diferente para poder contabilizar también las que se hacen a la vez. Así las consultoras especializadas en consumo y usos digitales han empezado a identificar un segmento de la población que le dedica mucho tiempo a estas tareas. Se les denomina como los superusuarios. ¿Quiénes son? ¿Por qué se utiliza este concepto?¿Cómo se comportan?

Término con significado múltiple

El término superusuario se utiliza en diferentes ámbitos tecnológicos. Uno de los usos más habituales tiene relación con sistemas operativos de tipo Unix/Linux, que denomina al ‘superusuario’ a la persona responsable de la administración y configuración de todo el sistema. Es el único que tiene permisos para añadir nuevos usuarios, instalar aplicaciones, configurar dispositivos, etc.

Pero esta acepción no es la que nos interesa, sino aquella que se vincula al nuevo cómputo del tiempo digital. Los superusuarios son un grupo de consumidores que dedican más tiempo y gasto a los medios y servicios digitales, convirtiéndose en el segmento que impulsa el consumo y se convierte en el motor del crecimiento del mercado.

Al igual que cuando se introduce una nueva tecnología, se establece la clasificación entre los usuarios en función de cuándo la van integrando, siendo los primeros adoptantes ('early adopters') como los más avezados; en el caso de los nuevos servicios y contenidos digitales, los superusuarios se convertirán en el segmento que marcará la dinámica y la evolución de los servicios que tendrán más adopción. 

La evolución del mercado estadounidense

Para entender la importancia de los superusuarios, analizaremos lo que está pasando en Estados Unidos. Se trata del mercado que marca las tendencias en el ámbito digital global y se convierte en el referente para entender qué está pasando. Tomaremos 2016 como la fecha de inicio porque la institución de referencia en estudios estadísticos, el PewResearch Center, identifica por primera vez esta categoría como la más activa en servicios digitales. En ese año correspondía al 7% de la población estadounidense. 

Se observaron en su estudio que estos superusuarios mostraban rasgos diferentes a los que corresponderían al típico primer usuario de tecnología. En particular, la encuesta del PewResearch identificó una diferencia en su género. Así como en el ámbito tecnológico, existe una tendencia a que los primeros usuarios sean hombres; en el caso de los servicios digitales, la mayoría de superusuarias eran mujeres. En concreto, la cifra llegaba al 62%. 

Cómo son los superusuarios

Este concepto ya se ha convertido en habitual en los estudios de mercados. De hecho, ha crecido en estos últimos seis años y ahora este segmento ya equivale al 26% de los consumidores de los Estados Unidos. Esto es, a un total de 68 millones de personas adultas. De ahí que las empresas de tecnología y medios digitales estén obsesionadas en atraerlos para ir incrementando sus ingresos de forma progresiva. Estos consumidores son los que más tiempo y dinero dedican a los servicios digitales. Su consumo supera en 7 horas al del resto de los estadounidenses. Esto resulta en un mayor consumo en medios de comunicación, en realidad virtual, música, videojuegos, y comercio electrónico. A su vez, deriva en mayor número de subscripciones y uso de servicios como la telemedicina, fitness, o financieros. 

¿Pero de dónde salen estas cifras? Es el resultado del cómputo de las actividades multitarea, aquellas que hacemos a la vez con varios dispositivos digitales. Según la consultora Activate, en 2021 el promedio del consumidor estadounidense equivalía a un día de 32 horas; de las cuales se dedican más de 13 horas al uso de tecnología y medios. Así que con esta nueva categoría, ya hemos ampliado el factor que no podía crecer: el tiempo. 

En definitiva, el tiempo digital ya ha superado al tiempo real. Pasamos de 24 a 32 horas. Tendremos que seguir estudiando los efectos de este incremento temporal. 

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