Zamora

“Y simplemente con un dato se responde a cuál es el grado de compromiso de mi Gobierno con esta tierra” dijo este sábado 29 el secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) al cerrar el primer acto de la flamante campaña electoral en Zamora, una de las provincias de la Comunidad Autónoma de Castilla y León que acudirá a las urnas anticipadas el próximo 13 de febrero. “Fijaros”, añadió ya al final de su discurso Sánchez: “Dentro de un año y medio, cuando sean las elecciones generales en nuestro país, eh, a finales de 2022, 2023, eh, y comparemos cuáles son las cifras de inversión y de compromiso presupuestario de hoy, conmigo al frente, simplemente os doy un dato: nosotros vamos a invertir un 26 % más de recursos de lo que lo hizo Mariano Rajoy en sus cuatro años de gobierno”. 

¿Acto fallido o desliz freudiano?

El alcalde de Valladolid, el socialista Óscar Puente, cree que las elecciones generales ni siquiera se celebrarán en 2023. “Creo que podemos contar que la legislatura actual llegará hasta el máximo que se pueda y que las elecciones serán a finales de enero o primeros de febrero de 2024", señala en una conversación con este periódico sobre las perspectivas que se plantean para el 13 de febrero.  

“El candidato del Partido Popular Juan Vicente Herrera obtuvo en mayo de 2015 514.000 votos y 42 escaños. Por tener en cuenta este dato y el hecho de que el candidato del PSOE, Luis Tudanca, ganó las elecciones de 2015, nada más convocadas las elecciones anticipadas en Castilla y León, apoyadas en encuestas que otorgaban a Fernández Mañueco 40 o más escaños, les dije a mis compañeros: Pablo Casado se ha equivocado”, razona Puente, exmiembro de la Ejecutiva socialista. “No va a ser cómo creían. Es muy difícil que el PP gane las elecciones y creo que no va a sumar con Vox para poder gobernar solamente con los escaños de ambas formaciones. Aquí hay partido por delante”, añade convencido.  

Puente no necesitó la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que el pasado jueves concedió al PSOE una nueva y ligera victoria (30,8% de los votos y entre 25 y 34) sobre al PP (29,38% y entre 27 y 32 escaños). Los resultados del sondeo del CIS, empero, no cayeron de cielo sereno. Las exultantes encuestas privadas iniciales dieron paso en las últimas semanas a resultados más problemáticos.

La preocupación de Mañueco

Algunas amistades de Fernández Mañueco, según fuentes consultadas por este periódico, comenzaron a rumiar que quizá las cosas no van a ser tan fáciles como parecían tanto al candidato como a su mentor en la oportunidad del adelante electoral, el presidente del PP Pablo Casado. “Amigos le han escuchado decir con preocupación a Fernández Mañueco que con lo que ahora sabe no hubiese apostado a esta anticipación”, señalan fuentes de la región. "Los riesgos son elevados". 

El simbolismo de Zamora

El lanzamiento de la campaña del PSOE en Zamora tiene cierto simbolismo. En 2015, el PP de Herrera obtuvo una diferencia a su favor de 17.212 votos con sus 45.068 votos, contra los 27.856 de Luis Tudanca. Cuatro escaños contra dos. Cuatro años más tarde, en 2019, Tudanca sacó con sus 38.374 votos una pequeña diferencia de 2.457 respecto a los 35.917 del Fernández Mañueco. Tres escaños contra tres. Le dio una vuelta espectacular a los resultados de Zamora en 2015. 

Fernández Mañueco echó al vicepresidente de su gobierno Francisco Igea y precipitó el adelantamiento electoral en la confianza de que le daría el golpe a Ciudadanos un partido ciertamente menguante. Pero he aquí que Igea - que ha dado positivo en Covid-19 y está cuarentena- es un candidato apreciado en Castilla y León y, según los sondeos, tiene capacidad de resistencia pese al hundimiento del barco Ciudadanos. “El debate a tres va a ser muy importante. Igea, después de lo que le han hecho, se va a presentar con los cuchillos afilados”, señala Puente.

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