'The Expanse': un universo por explorar

De todos los géneros de ficción que consumimos normalmente, el que más me ha llamado la atención siempre ha sido la fantasía. Me fascina ver hasta dónde podemos llevar el contrato de ficcionalidad, hasta dónde nos comprometemos a darle una oportunidad a la inverosimilitud por el afán de escuchar una buena historia, bien contada. Pero todo tiene un precio, y con el paso de los años llega el peso inescapable de un raciocinio que parece incrustado en todo cuanto hacemos, aunque no queramos, y a algunos les cuesta alzar el vuelo en busca de dragones. Pero, a medio camino entre lo lógico y lo mágico, queda un mundo de fantasía argumentada que llamamos ciencia ficción, haciendo posible lo improbable mediante el uso de herramientas que reconocemos como parte de nuestro mundo. 

Sí, la humanidad no se encuentra dividida entre el planeta Tierra, Marte y la Alianza de Planetas Exteriores, como vemos en ‘The Expanse’, serie original de Syfy y más tarde Amazon, pero sí que vivimos con la imaginación proyectada hacia el espacio exterior, un universo que llevamos años explorando. Y usando palabras y conceptos que conocemos la ciencia ficción se cuela en nuestro imaginario, y se nos antoja como algo probable, esbozos de un futuro que podría esperarnos al otro lado del límite de nuestra imaginación. Naturalizamos lo fantástico y nos dejamos seducir por la ficción sin ofrecer oposición alguna. 

‘The Expanse’ es una serie que crece con el tiempo, mejorando cada temporada hasta alcanzar un final quizá demasiado corto. Desarrollada por Mark Fergus y Hawk Ostby y basada en la serie de novelas de James S. A. Corey—seudónimo de Daniel Abraham y Ty Franck—'The Expanse' nos presenta una aventura espacial futurista tremendamente compleja y llena de matices. La trama se desarrolla a fuego lento, presentando un abanico de personajes densos que evolucionan con el paso del tiempo para ofrecer una sinfonía de emociones palpables, atrapándonos en brillantes telarañas políticas e intereses personales, dejándonos siempre con ganas de más.

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