ESTRENO

Crítica de la 4ª temporada de 'The Expanse': una antología de la ciencia ficción

Tras el rescate apadrinado por George R. R. Martin y Jeff Bezos, los caballeros andantes de la 'Rocinante' se enfrentan a molinos cada vez más altos

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Ernest Alós

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Desde sus inicios en el canal Syfy (en EEUU; la difusión internacional la asumió Netflix), la serie 'The Expanse' fue adoptada por los seguidores del género con un interés equiparable al que despertó otra serie de referencia como 'Battlestar Galactica'. Suspendida tras la tercera temporada, más por las dificultades de Syfy para rentabilizarla solo en su canal que por falta de audiencia, la reacción airada de los seguidores hizo que Amazon rescatase el proyecto: hace unos meses colgó las tres primeras temporadas (a Netflix España solo llegaron las dos primeras), este viernes ha estrenado la cuarta y ha confirmado que habrá al menos una quinta.

'The Expanse' está basada en una serie de novelas firmadas por James S. A. Corey, seudónimo de Daniel Abraham y Ty Frank, dos estrechos colaboradores de George R. R. Martin, defensor a capa y espada de la serie. Martin escribió a Jeff Bezos, interesado tanto en la carrera espacial como en captar contenido para su plataforma de 'streaming'. Y los astros se alinearon.

Esta cuarta temporada está basada en la cuarta de las nueve novelas de 'The Expanse', 'La quema de Cibola', más la novela corta inédita en España 'Gods of risk', que permite mantener en una de las líneas argumentales paralelas al personaje de la marine marciana Bobbie Draper. Una de muchas intervenciones de los guionistas que hacen que la serie difiera a menudo de los libros en los que se inspira.

La reencarnación de 'The Expanse' en la galaxia Amazon apenas se nota más que en un despliegue más afinado de efectos especiales, el incremento del umbral de tolerancia a las palabrotas que lanza hasta para decir buen día la secretaria general de la ONU interpretada (cargantemente, la verdad) por Shohreh Aghdashloo y algún cambio menor en el reparto, como el relevo de Brian George (el padre de Raj en 'Big Bang Theory') en un papel secundario.

El crecimiento exponencial de la serie viene más bien marcado por el desarrollo argumental de las novelas originales. 'The Expanse' parecía empezar como una intriga con detective 'noir' futurista y aires de 'Blade runner' para seguir como una combinación de aventuras espaciales a cargo de la tripulación de la nave 'Rocinante', liderada por un capitán con quijotesco espíritu de caballero andante, y de intrigas políticas entre las tres fuerzas (la Tierra, Marte y los anarcopunks del cinturón de asteroides) que han colonizado el Sistema Solar, en un planteamiento de ciencia ficción 'realista'. La sustancia azul que inicialmente parecía una simple infección interestelar acaba derivando, en la tercera y sobre todo la cuarta temporada, en un salto final a la ciencia ficción más fantástica, con contactos alienígenas que la razón no alcanza a asimilar a través de portales de dimensiones desbordantes en la linea de '2001' o 'Interstellar'. Y una historia de colonización con aire de western sideral. Un duelo al sol (no sabemos cuál), no en el OK Corral sino en el planeta Ilus, un inmenso depósito minero de litio que esconde el piloto automático enloquecido de una civilización desaparecida.

Prácticamente una antologia de los subgéneros y recursos de la ciencia ficción que sigue en continua expansión. Una segunda oportunidad muy bien aprovechada.