El bono cultural, ¿un nuevo derecho para nuestros jóvenes?

Durante la semana pasada, en el Congreso de los Diputados tuvieron lugar las comparecencias de miembros del Gobierno para explicar cada una de las secciones de los Presupuestos Generales del Estado. El pasado lunes tuvieron lugar las correspondientes a Cultura y Deporte. En un presupuesto para Cultura que aumenta prácticamente un 40%, llegando a los 1.589 millones de euros, uno pensaría que mucho se tiene que rascar para encontrarle pegas reales.

Por ello, suponemos que los principales partidos de la oposición se centraron en la que es la medida estrella para la cultura propuesta en este ejercicio presupuestario, el bono cultural joven. Se escucharon astracanadas tremendas, como que se roba a los padres para comprar el voto de los hijos o que se prefiere dejar sin electricidad a las familias a cambio de atenazar el voto joven. Mentiras de piernas cortas, puesto que se dirigen al Gobierno que ha levantado el mayor escudo social de la historia de España y que más ha hecho de manera efectiva por paliar la pobreza energética en este país. A pesar de la democracia, las derechas llevan demasiado mal estar en la oposición. 

Ante estas acusaciones solo cabe interponer la rotunda afirmación del secretario general de Cultura y Deporte, el pasado lunes, en sede parlamentaria, cuando explicó muy detalladamente que el objetivo de este Gobierno es que este bono cultural permanezca en el tiempo. Es decir, de electoralismo nada. En todo caso, la voluntad clara del Ministerio de Cultura y el Gobierno de España es la de implantar un derecho de acceso a la cultura para nuestros jóvenes cuando alcanzan la mayoría de edad y que tendría como consecuencia inmediata la entrada a espacios de nuestra cultura a los que muchos jóvenes no se plantearían poder atender de otra manera. Por otra parte, contribuirá a generar un escenario en el que se creen nuevos públicos de manera constante para nuestras industrias culturales.

Por eso el bono cultural joven ha levantado ampollas. Lo ha hecho en partidos que, en mitad de la pandemia, reclamaban fervorosamente que hiciéramos como Francia u otros países vecinos que desarrollaron este tipo de ayuda, cosa curiosa. En cambio, ha sido muy bienvenido por nuestros principales sectores culturales, que así lo han expresado en público. Y estamos seguros de que será una parte esencial en ayudar a salir definitivamente de las consecuencias de la pandemia a nuestra cultura, después de haber sido uno de nuestros principales apoyos como sociedad en lo más crudo de la crisis del covid.

La medida significa aportar 200 millones de euros a favor de las culturas en España. Catalunya recibirá 32 millones de euros adicionales más, gracias al bono cultural. 80.000 jóvenes en Catalunya podrán usar este nuevo derecho a la cultura y el año que viene, probablemente, 80.000 jóvenes más. Y -dejen que lo añada- llegará a 8.000 jóvenes anuales en la provincia de Girona, de dónde soy diputado electo. En definitiva, una gran noticia para la cultura y para los jóvenes.

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