Apunte

Luis Enrique tenía razón

La mejor ayuda para el Busquets de hoy es el vigor y la energía de un chaval que llegaba a todas

Luis Enrique, con Yeremy, otro de los debutantes en el Italia-España.

Luis Enrique, con Yeremy, otro de los debutantes en el Italia-España. / Marco Betorello / Efe

Mónica Marchante

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Eligió celebrarlo con los aficionados españoles en la grada y salir ante la prensa como si nada, feliz pero sereno, sin levantar mínimamente la cabeza por haber ganado a la campeona de Europa, y de paso, hacer cerrado unas cuantas bocas, él, Luis Enrique, y sus futbolistas, puestos algunos de ellos en el disparadero por parte del periodismo español.

El partido fue redondo en juego y en resultado, revancha perfecta a la derrota en la semifinal de la Euro hace tres meses. Aquel día también se rindieron los aficionados más escépticos a la selección de Lucho. Pero claro, no se ganó.

Ser independiente, tener ideas propias y morir con ellas, trabajar sin escuchar opiniones no profesionales, no cultivar demasiado tu imagen y no regalar nada a la prensa tiene ese inconveniente en España, que te machacan. ¿Se acuerdan de un tal Luis Aragonés?

Hemos escuchado y leído que Luis Enrique era un provocador por llevar a un chaval de 17 años, que se estaba riendo de la afición española y que hacía de la selección su cortijo. Y aún más grave, perversas insinuaciones sobre la influencia del representante de algunos de los convocados. El debate y la crítica son saludables. La falta de respeto, no.

Acto de atrevimiento

La realidad se abrió paso en San Siro. Darle a Gavi la titularidad frente a Italia fue un acto de atrevimiento que solo entrenadores de la talla de Lucho o de Pep Guardiola son capaces de llevar a cabo. Y cuando lo hizo fue porque tenía la suficiente información (que no tiene la prensa) para saber que no arriesgaba lo más mínimo. Al contrario, la mejor ayuda para el Busquets de hoy es el vigor y la energía de un chaval que llegaba a todas, que jugó con criterio y mostró la personalidad de un veterano.

Cuestionado también por no llevar a un 9 puro. ¿Y qué? ¿Acaso hay que jugarle a esta Italia con un 9 puro? Otra milonga que derribó Ferran Torres. Y para darle más color al cuadro, Yeremi Pino jugando a sus 18 años como en el patio de su casa. Un espectáculo visto desde casa por 10 habituales de la selección lesionados y otros tantos en flotante que son el mejor activo de esta España, un gran EQUIPO, con mayúsculas, con un gran seleccionador. Y qué ilusión de nuevo, a poco más de un año para el Mundial. 

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