Darse de bruces, erre que erre

Vaya por delante que Jaume Giró, actual 'conseller' de Economía y Hacienda, es de lo mejorcito de un Govern que cuenta con algunos nombres solventes. Giró aporta rigor, conocimiento y mundo. Y eso no es poco tras el paso de Torra por la presidencia.

Giró, en su día, negoció petróleo y gas con la Libia de Gadafi y estuvo en Cuba con Fidel Castro. Los anticapitalistas de la CUP se sorprenderían del recibimiento que le tributó el líder cubano. Ante todo, Giró defendió con aplomo los intereses energéticos que representaba en todo el mundo, para luego ser el verdadero tesón de la Fundació La Caixa y sus ingentes recursos.

Iba a ser el flamante vicepresidente económico del Barça de la segunda era Laporta y, de repente, tras contribuir a ganar, dio un discreto paso al lado. Olfateó el desastre, temió sentirse utilizado y se largó, sin más. Respetaba al 'president', pero no veía nado claro su papel en esa junta que debía gestionar un desastre heredado que supera con creces los peores presagios. Tanto en lo deportivo como en lo económico.

Por eso es sorprendente que un hombre de tanta agudeza se vea impelido a solo negociar los presupuestos con los anticapitalistas, habida cuenta que estos llevan 10 años en el Parlament y jamás han apoyado, ni por asomo, presupuesto alguno, con la salvedad de 2017 y como cambalache. Luego de su buena actitud en la investidura del republicano Aragonès es comprensible que, en justa reciprocidad, se plantee a la CUP negociar prioritariamente el presupuesto. Pero a sabiendas que lo rechazarán.

La cabra tira al monte, cualquier propuesta que les presente Giró, por mandato del 'president' Aragonès, embarrancará como antaño ocurrió con Mas-Colell, Junqueras o el mismo Aragonès. Esa insistencia en estrellarse contra un muro de hormigón da qué pensar, sobre todo atendiendo a que el último presupuesto se aprobó con los 'comuns'. 

Entonces, cabe preguntarse, si tanto ERC como Junts están negociando los presupuestos con el PSOE en Madrid, que aprobaron los de Colau y que Junts va a dar su voto gratis a los de Núria Marín en la Diputació de Barcelona, ¿a cuenta de qué sentido común esa cerrazón en la Generalitat?

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