Apunte

La patronal dice 'no'

La actualización del salario mínimo no solo es una cuestión económica sino de justicia social

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el presidente de CEOE, Antonio Garamendi.

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el presidente de CEOE, Antonio Garamendi. / Europa Press

Agustí Sala

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Siguiendo la letra de la canción de Raimon, la CEOE dice 'no'. Y no porque no sean de este mundo (para seguir con el hilo de la letra del cantautor valenciano) sino porque no consideran que sea el momento de aumentar la retribución que reciben unos 1,5 millones de trabajadores, los que perciben el salario mínimo interprofesional (SMI). Ni siquiera si es un poco menos.

Es la primera gran traba a un diálogo social que marchaba viento en popa. Tanto, que el líder el PP, Pablo Casado, atacó públicamente al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, por ponerle las cosas de demasiado fáciles al que desde las filas conservadoras tachan del "gobierno más radical de Europa". Puestos a usar epítetos, el presidente Pedro Sánchez aseguró que la del PP es la oposición "más furibunda de Europa". Ese es el escenario político.

Lo cierto es que, con sus diferencias, patronal y sindicatos han sellado hasta ahora diversos acuerdos que han dado oxígeno al Ejecutivo del PSOE y Podemos. Ahora llegan las curvas en el camino. Y no solo con el salario mínimo que el Gobierno puede fijar libremente, aunque prefiere apurar las opciones de consenso; sino con todo lo relacionado con desmontar la reforma laboral del PP. Como los patronos, también los sindicatos exigen avances.

Los 950 euros a los que subió el SMI en 2020 se han quedado congelados. Por la pandemia y sus efectos y para no truncar la recuperación. Pero eso empieza a ser un argumento débil con el ritmo al que se está recuperando el empleo. El informe que hizo el Banco de España sobre los efectos de la subida del 22% del SMI en 2019, aunque afirmaba que lastró las contrataciones y se dejaron de crear (que no perder) entre 80.000 y 160.000 empleos especialmente de jóvenes y del colectivo de de mayor edad, admitía a la vez que su análisis se centraba solo en el mercado de trabajo y no en otros aspectos. En tiempos de recuperación, por leve que esta sea, no hay que olvidar que no solo es una cuestión económica sino de justicia social proporcional a la situación.

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