Contexto

Ayusismo pop

Si hay algo que representa por encima de todo el ayusismo es un nacionalismo madrileño absolutamente desacomplejado, mientras en el resto de España se cuestiona el madridcentrismo informativo, político o incluso climatológic

MADRID  02 05 2021 - La presidenta de la Comunidad de Madrid  Isabel Diaz Ayuso  hace entrega de la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo al musico Nacho Cano (i) durante al acto de entrega de Medallas de la Comunidad de Madrid y Condecoraciones de la Orden del Dos de Mayo  que tiene lugar este domingo en la Real Casa de Correos con motivo de la celebracion del Dia de la Comunidad de Madrid  EFE Ballesteros

MADRID 02 05 2021 - La presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Diaz Ayuso hace entrega de la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo al musico Nacho Cano (i) durante al acto de entrega de Medallas de la Comunidad de Madrid y Condecoraciones de la Orden del Dos de Mayo que tiene lugar este domingo en la Real Casa de Correos con motivo de la celebracion del Dia de la Comunidad de Madrid EFE Ballesteros / Ballesteros

Olga Ruiz

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Es una diva, un icono, una nueva estrella pop que ha llegado para quedarse. Isabel Díaz Ayuso ha convertido la política madrileña en un 'show' de autor cuya única estrella es ella. Ella y sus ocurrencias. Ella y sus lemas. Ella y la libertad. Ella... y sus 65 escaños. No cabe nadie más, Casado se convirtió anoche en la estrella invitada de la flamante presidenta por mucho que intentara anotar el éxito al partido. Pero, ¿a qué partido se refiere Casado? ¿Al del viaje al centro, al que coquetea con la extrema derecha o al que pierde elecciones? Da igual, ninguno de ellos tiene nada que ver con el ayusismo y eso puede ocasionarle a medio plazo más de un quebradero de cabeza. Casado quería que Ayuso ganara, sí, pero no tanto.

El ayusismo es una letra pegadiza, un hit que se te mete en la cabeza y acabas repitiendo casi por inercia hasta hacerlo tuyo, es “la vida a la madrileña”, el “libertad o comunismo” o el “Madrid y los ex”. Las caras A de un vinilo. Es una anécdota elevada a categoría de principio político, pero funciona porque las cañas en la terraza sustituyeron cualquier crítica posible a su gestión, su estrategia era encadenar una boutade tras otra provocando como solo ella sabe: a la madrileña. Ayuso es la casquería de la política, las vísceras, la lengua, las entrañas y por supuesto los callos… también a la madrileña.

Pero si hay algo que representa por encima de todo el ayusismo es un nacionalismo madrileño absolutamente desacomplejado. Mientras en el resto de España se cuestiona el madridcentrismo informativo, político o incluso climatológico (quién no recuerda el empacho de Filomena), ella se llena de Madrid y con esa hinchazón nacionalista se presenta ante un público ávido de proclamas como las de anoche en las que les hizo vibrar con su “España empieza en Madrid” o “Madrid es España porque aquí viene lo mejor de cada rincón”. Incluso se atrevió a situar Madrid en el centro del mundolos rincones del mundo nos miran con tanta ilusión porque la libertad ha triunfado”. ¿Recuerdan aquel “el món ens mira” del independentismo catalán? Pues ya tenemos versión madrileña. Soflamas nacionalistas que son bienvenidas porque una cosa es el simpático nacionalismo madrileño y otra, muy distinta el nacionalismo catalán o el vasco. Díaz Ayuso reafirma a los madrileños en una creencia que siempre les ha acompañado por mucha perplejidad que nos cause al resto.

El ayusismo pop es una tendencia más que una moda pasajera, un producto comercial quizás, carente de la erudición teórica de la izquierda de este país, pero mucho más exitosa. La izquierda madrileña debería empezar a plantearse una forma más efectiva de interpelar a su electorado en lugar de marearlo. Se busca una líder, una política directa capaz de conectar con esos madrileños que hoy no entienden los resultados electorales. Iglesias anuncia que deja la política, Gabilondo no puede ser ni siquiera el presente del PSM. Solo se salva Mónica García, en todos los sentidos.

El  PP tiene estrella propia. El resto necesita encontrar una con urgencia.

Suscríbete para seguir leyendo