Apunte
Estado de alarma, ¿sí o no?
El problema a estas alturas es que más de un año después del inicio de la pandemia, aún no tenemos información detallada sobre actividades/lugares de contagio ni evaluaciones de políticas y medidas que nos permitan afinar las medidas que hay que emprender
Gemma Ubasart
Consellera de Justícia, Drets i Memòria
Gemma Ubasart
Con motivo de la finalización del estado de alarma el próximo 9 de mayo, estamos presenciando un intercambio dialéctico que roza el surrealismo. Gobiernos de diversas comunidades del PP, partido que se abstuvo en la convalidación del estado de alarma en octubre, reclaman insistentemente que este no decaiga. El lendakari, que fue uno de los presidentes más reticentes a adoptar medidas de control de la pandemia porque entendía que podían afectar a la economía, ahora se rasga las vestiduras… Por otro lado, Pedro Sánchez ha tenido una iluminación descentralizadora: resulta que ahora la legislación ordinaria posibilita a las autonomías hacer frente a la crisis pandémica. Desde mi punto de vista, dos son los factores que explican todo este ruido: la campaña electoral madrileña que ha devenido estatal y las reticencias de algunos gobernantes a asumir la responsabilidad de ordenar restricciones.
Pero volvamos a la pregunta, estado de alarma, ¿sí o no? Pues miren, depende. Si se considera que el toque de queda y los confinamientos perimetrales son instrumentos efectivos e imprescindibles de uso cotidiano para contener los contagios, el alargamiento de esta medida debería estar encima la mesa. El estado de alarma es el mejor paraguas legal de nuestro ordenamiento jurídico para limitar derechos fundamentales (por eficacia y control democrático). Pero si las evidencias acumuladas nos llevan a la conclusión de que hay otras medidas más efectivas (cierre o limitación de la restauración y hostelería, suspensión de actividades que fomentan alto grado de interacción social, control de aglomeraciones, etcétera.) no sería deseable alargar por más tiempo el paraguas. En una democracia lo excepcional tiene que ser, valga la redundancia, excepcional.
Ahora bien, el problema a estas alturas es que más de un año después del inicio de la pandemia, aún no tenemos información detallada sobre actividades/lugares de contagio ni evaluaciones de políticas y medidas que nos permitan afinar las medidas que hay que emprender. O como mínimo, no se nos han comunicado a la ciudadanía. Y este sí que debería ser objeto de preocupación de los gobernantes, estatales y autonómicos.
- La FGE sustituye a la fiscal de Madrid por el fiscal superior de Extremadura en la querella de la pareja de Ayuso contra dos fiscales en su caso de fraude
- Este domingo puedes visitar el bosque del Prat que solo abre 10 veces al año
- ¿Qué supermercados triunfan más en Catalunya? La 'pole position' de la gran distribución alimentaria se distancia de su competencia
- Un muerto en un tiroteo al lado de la parada de metro de Maresme-Fòrum de Barcelona
- Catalunya se encomienda a las próximas lluvias y al deshielo para dejar atrás la emergencia por sequía
- El destino de Daniel Sancho se debate ahora entre la cárcel amable de Samui y la despiadada de Bangkok
- Hacienda está enviando este SMS a quienes hacen la declaración de la renta: qué significa
- Buenas noticias: si naciste este año, cobrarás el 100% de la pensión de jubilación