Apunte

Comienza el juego de pactos

Ningún actor político tiene claro cómo pasar del momento propagandístico a trabar un acuerdo real

Pere Aragonès vota en un colegio de Pineda de Mar

Pere Aragonès vota en un colegio de Pineda de Mar. /

Gemma Ubasart

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Una vez conocidos los resultados electorales la noche del 14 de febrero, comienza el juego de pactos. Es conocido en el manual del buen negociador que durante los primeros días toca marcar una posición de máximos. Y sí. Esto supone básicamente alargar la campaña unos días más. Se trata de poner encima de la mesa propuestas de base partidista, sabiendo que muy probablemente la solución final puede no estar en ninguna de ellas.

ERC habla en la necesidad de una alianza con JxCat, CUP y 'comuns', una suerte de repetición del acuerdo de los presupuestos. Los 'comuns', por su parte apuestan por la reedición de un tripartito, con ERC y PSC, como aquel que protagonizó la vida institucional en la primera década del milenio. JxCat, sin capacidad de alianzas alternativas, se aferra a la repetición de la lógica de la legislatura pasada (con ERC y CUP). Y el PSC sigue insistiendo en que un Gobierno como el estatal (con 'comuns') es la mejor opción, pero sin concretar de dónde sacaría los apoyos de la investidura. Habidas cuentas, cada fuerza política propone una alianza en la que se considera central.

Existe consenso generalizado de que Pere Aragonès es el diputado que está en mejor disposición de ser 'president'. Los 33 escaños de ERC le valdrían para disputar la presidencia porque es la única de las formaciones grandes que en estos momentos tiene capacidad de construir alianzas (ni PSC ni JxCat pueden). Ahora bien, quizá ni él mismo sabe aún con quien formará Ejecutivo, cómo se transitarán los acuerdos parlamentarios y para qué servirá la legislatura.

A estas alturas me atrevería a decir que ningún actor político tiene claro cómo pasar del momento propagandístico a trabar un acuerdo real del que se desprenda el 12 de marzo presidencia del Parlament y el 26 la del Govern (evidentemente ambas vinculadas). El escenario es complejo y completamente nuevo. Pero en política, las oportunidades también se crean y construyen. En este sentido, aquellos que sepan jugar mejor y a tiempo, tienen muchos números de acabar dibujando el marco futuro.