Pros y contras

Desconsuelo de fuego

niño soño

niño soño / MOVISTAR +

Josep Maria Fonalleras

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Uno de los momentos más sobrecogedores de ‘El niño de fuego’ surge después de un concierto en el que Aleixo Paz estrena el rap que ha escrito: el padre y la madre se abrazan y lloran los hermanos. Han visto como Aleixo, que cuando tenía 8 años tuvo un accidente con quemaduras en un 90% de su cuerpo, conseguía uno de sus sueños, uno de los pocos anhelos que todavía le mantiene de pie: cantar letras arrebatadas, enrabietadas, desoladoras. Triunfa, por decir algo, en un pequeño local de Salt, pero a la vez lo hace desde el alarido, desde la llamada furibunda contra el destino que le ha tocado vivir, desde la desesperación.

La virtud de esta pieza de Ignacio Acconcia (Movistar +) es que no persigue el ideal de hacer ver que las buenas intenciones y el deseo de luchar conducen a la superación de los obstáculos. En la vida de cada día de este chico hay dolor, amarguras y tormentos, y una fragilidad enorme que se traduce en heridas en la piel y en el alma. Poco espacio para la conmiseración y para el sentimentalismo. Sobrevuela, incluso en los momentos de aparente placidez, o cuando se suelta bajo el agua, liberado del presente, el fantasma de un desconsuelo angustioso.