EL CONTRATO DE LEO MESSI

La respuesta a la lona de Laporta

Messi y Bartomeu, en el 2017

Messi y Bartomeu, en el 2017 / TWITTER / JOSEP MARIA BARTOMEU

Emilio Pérez de Rozas

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Hay quien piensa (yo no lo descartaría, desde luego, como lleva años reconociendo Toni Freixa “la caverna mediática madrileña es capaz de todo”) que se trata, simplemente, de la respuesta a la lona desplegada por Jan Laporta frente al Santiago Bernabéu. Es como un “¿tienes ganas de volver a vernos?”, pues, mira, aquí seguimos. Primer aviso. Ojito con lo que haces.

Evidentemente, por más que lo intenten, nunca un contrato es fruto de una gran investigación. Es un regalo. Y punto. Alguien te lo pasa y tú lo dimensionas con tus expertos. Investigación, la justa. Saber dónde y cuándo te lo van a dar. Y esperar el momento para publicarlo. Y, la verdad, el mesecito que lleva el Real Madrid parece un buen momento para tapar derrotas y zarandear al eterno rival.

El descubrimiento del documento es limitado (no sus sorprendentes cláusulas), porque todo el mundo sabía que Leo Messi ganaba 60, 70, millones limpios y que eso significaba 120 o 130 millones brutos. Y, desde luego, lo que no es verdad, es que ése sea el contrato que ha arruinado al Barça ¡ni mucho menos!

Peor, muuuuuucho peor, es que entre ficha y desembolso de sus primeros contratos con el Barça, las llegadas de Coutinho, Dembélé y Griezmann vayan a suponerle al club 1.000 millones de euros, el doble de lo que representa Messi. ¿Y qué han ganado Coutinho, Dembélé y Griezmann? ¿Qué títulos han conquistado? ¿Qué alegrías han proporcionado a la 'gent blaugrana'? ¿Qué valor añadido le han dado a la marca, al escudo y a la camiseta?

Los goles de Suárez

Ese sí es, por ejemplo, un problemón para el Barça y el presidente que llega: los millones que el Barça ha malgastado (durante años y años) en jugadores que no son Messi, ni se le acercan. Cómo lo son los dos goles que ha metido hoy, en Cadiz, Luis Suárez. Otro problema. Y como lo es que, dada la situación económica actual, pensar en la imposibilidad de afrontar contratos como ese, aunque es seguro, digo, que, el año que viene (bueno y hasta éste), será imposible pagarle todo lo que pida. ¡Pero si hasta le van a dar 66 millones de euros por su fidelidad! ¿Y a mí?

Osea, al Barça no solo le costará la desesperación que se vaya Messi, que se irá, máxime después de este último cabreo, sino que, encima, al despedirle, le tendrá que dar un sobre con 66 millones de euros. ¡De verdad, nos hemos vuelto locos! Y, encima, Messi diciendo en las entrevistas que él no juega por dinero. Por favor, alguien que no juega por dinero (o que no 'solo' juega por dinero) no pide, exige, negocia y obtiene ese contrato. Claro que la culpa es del que te lo acepta todo.

Sentido común y cabeza fría

Porque ese contrato se firmó, ¡ojito al dato!, poco después de que el señor de los números, Óscar Grau, fuese durisimamente criticado por todo Dios, en enero del 2017, en el Forum Europa Tribuna Catalunya, al decir: “La renovación de Leo Messi hay que afrontarla con sentido común y cabeza fría”. Sí, sí, pusieron mucho sentido común y mucha cabeza fría, desde luego.

Dos días después, cómo no, Josep María Bartomeu dijo que Messi se lo merecía todo (bueno, como acaban de decir Víctor Font y Joan Laporta, claro) y, aquel fin de semana, tras jugar contra Las Palmas, salió a escena, en la tele, su amiguísimo Luis Suárez y dijo: “Messi es el mejor del mundo. ¡Hay que renovar a Leo! Y no tener sentido común”.

Y, luego, Messi y sus voceros (y algún que otro periodista) insisten, día sí, día también, que Leo no tiene poder. No, que va, que va.