Pros y contras

La herencia

Una radio ‘vintage’, la foto enmarcada de una movilización independentista y una urna del 1-O en miniatura es el bodegón de inicio del espot del PDECat

Artur Mas y la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, durante el pleno del Parlament, este miércoles.

Artur Mas y la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, durante el pleno del Parlament, este miércoles. / periodico

Emma Riverola

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Parece tan 'demodé' como un pijama de postre o una botellita de agua bendita. Pero si algo sabe la publicidad, al menos la buena, es ajustar el mensaje al 'target' adecuado. Una radio ‘vintage’, la foto enmarcada de una movilización independentista y una urna del 1-O en miniatura es el bodegón de inicio del espot del PDECat. El mensaje radiofónico: “El próximo Govern puede depender de la CUP o del PDECat”. Y la escena se traslada a una (muy) tradicional comida familiar. El 'pater familias' (cómo no) lo tiene claro: hay que votar al PDECat. Para no depender de la CUP, para “recuperar la economía y el prestigio”. El “partido del 'president Mas'” … “Los de toda la vida”. ¿Los de toda la vida? 

Hubo una época en que CiU era tan indiscutible como el 'tortel' de nata y la libreta de La Caixa. Era la Catalunya de todos los que “trabajan en ella”, declarada europeísta, avanzadilla económica. Aquel oasis supo a poco ante el espejismo del ‘procés’. Pero ahora, con los pies clavados en el pedregal, la herencia quizá empieza a parecer seductora. Sí, es cierto, el oasis tenía aguas putrefactas, pero la familia del espot cree sin duda en el perdón de los pecados.