Opinión

Josep Maria Fonalleras

Y murió Max Von Sydow

Destacar algunas pérdidas sería casi pornográfico; cada uno asume las suyas, las íntimas o las de los que marcaron una educación sentimental. Pero me quedo con una, la del actor que dio vida a Antonius Block, que sucumbe a la muerte en 'El séptimo sello' tras una partida de ajedrez interminable

El séptimo sello

El séptimo sello

Hace un año, cuando aún no sabíamos dónde estaba Wuhan, acabé el resumen de 2019 con unas palabras de Tom Shelby, el pendenciero torturado de 'Peaky Blinders'. Decía así: "Esperemos lo mejor; preparémonos para lo peor". Se vislumbraba una ola de enormes proporciones (que aún está ahí, por cierto, la del colapso ambiental), pero nadie podía imaginar lo peor que estaba por llegar en un año –este 2020– que pasará a la historia como el de los duelos y la soledad, el del túnel y el Zoom, el de Netflix y Filmin y la mascarilla y el miedo.

Vivimos aún anclados en el tiempo de cuando nos besábamos, en la celebración de la Nochevieja de 2019, cuando quemábamos papeles en los que habíamos escrito nuestros deseos, sin contar con los féretros que iban a circular en camiones militares, con las zanjas abiertas en cementerios improvisados, la desolación trágica en las residencias de ancianos, sin pensar que acabaríamos aplaudiendo a la nada, desde la ventana o el balcón, a las ocho en punto, no tanto para agradecer como para identificarnos de nuevo y comprobar que todavía seguíamos ahí, perdidos en un desierto de incertidumbre y dolor, sin abrazos y con videoconferencias para sustituirlos.

"Este 2020 pasará a la historia como el de los duelos y la soledad, el del túnel y el Zoom, el de Netflix y Filmin y la mascarilla y el miedo"

Sin contar, claro, con el millón y medio de muertos en todo el mundo, y con los 68 millones de infectados y con el colapso sanitario y con la nueva jerga que había de irrumpir en nuestras vidas, empezando por eso que se llamó covid-19 en febrero y lo que luego apellidamos pandemia, y el confinamiento y todo lo que vino después. 

En un resumen del año se suelen destacar los acontecimientos relevantes y algunos de los fallecimientos que marcaron los días, pero resulta que este 2020 acabó en marzo. Sí, claro, estuvo lo de Trump (que aún dice que no ha perdido) y lo de aquí, que es un galimatías político, y el 'Gloria', que ya anunciaba el apocalipsis, y muchas noticias más que quedarán ensombrecidas por esta especie de velo oscuro, tupido y pesado, el terciopelo que nos ha convertido en sombras en habitaciones donde se percibía la danza del polvo y la ausencia.

"El caballero Antonius Block ha sucumbido al fin a esa Muerte que le esperaba en la playa"

Destacar algunas pérdidas sería casi pornográfico, habiendo tantas. Cada uno asume las suyas, las íntimas y familiares o las de los que marcaron una educación sentimental. Pero me quedo con una, la de Max von Sydow. El caballero Antonius Block ha sucumbido finalmente a esa Muerte que le esperaba en la playa y a la que retaba a una partida de ajedrez interminable, en las rocas, en los prados y los bosques. La muerte jugaba con negras ("es lo más apropiado, ¿no crees?") y Von Sydow le proponía un pacto: mientras siga la partida, seguiré vivo; y si gano, me dejas libre. Intentaba evitar que se acabara y procuraba despistarla.

Cuando caen las piezas, Von Sydow dice que no se acuerda de cómo estaban colocadas, y la Muerte contesta: "Yo sí". Consigue que se escape de ella una familia que, en la escena final de 'El séptimo sello', ve cómo se desliza por una loma, a lo lejos, "la solemne danza que dirige un amo estricto", la de aquellos que perecieron ("pequeñas y asustadas criaturas") cuando la Muerte decidió acabar la partida. 

Esta vez, Carner se equivoca. No acaba el año con pereza, benignamente, sino con la profecía de una desazón acumulada que tarde o temprano estallará. Mientras tanto, y para despistarla de nuevo, llegan vacunas en forma de gambito de dama. 

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