Monarquía o república

 El vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, ha pronosticado que, después del mensaje de Nochebuena del rey, en las casas “se hablará de monarquía o república”. “Es algo normal, dadas las circunstancias”, ha añadido. Según él, “es positivo que las familias puedan debatir sobre la forma en la que nos organizamos políticamente como sociedad”. Yo, para empezar, no creo que todas las familias sean tan intensas como las percibe el líder de Unidas Podemos. Tampoco creo que, en el año de la pandemia, las muertes, los contagios y la ruina, el debate central en las casas sea si gusta o no Felipe VI.

Sí tiene razón Iglesias en que este tampoco ha sido un buen año para la Casa Real. El emérito no ayuda. Y eso que sigue teniendo defensores entusiastas, incluso después de haber admitido que no estaba al día con el fisco. Tampoco se entiende que haya quien tenga interés en minimizar su comportamiento, tan lamentable. Pero de ahí a que el debate navideño sea el modelo de Estado, hay un trecho. Supongo que Pablo Iglesias está confundiendo sus deseos con la realidad. Su partido lleva semanas animando a avanzar hacia la república, alegando que llegará “más temprano que tarde”. Incluso se han impuesto como una de sus tareas políticas la de avanzar en ese objetivo. Y se nota.

Hace no mucho que también la ministra de Igualdad pidió al gobierno que fuera “sensible” a la discusión sobre la utilidad de la monarquía y sobre el “horizonte republicano”, porque para ella era evidente que había debate social. Quizá sí, quizá en algún momento exista indudablemente ese debate, pero ahora en Unidas Podemos se nota que hay más ganas que convicción real de que eso sea así. Y nadie duda de que a lo mejor en sus casas se habla de ello. Otros estarán diciéndose cosas por videollamada y otros vete tú a saber. Según el CIS, la monarquía solo preocupa al 0,3% de los encuestados. Lo que sí podemos intuir todos es cuál será la reacción de los partidos al discurso de Nochebuena. PP, Cs y VOX aplaudirán, al PSOE le parecerá bien y a Unidas Podemos, nacionalistas e independentistas, mal. Ahí sí que no hay debate.